DÍA 6: Padre en la obediencia
Motivación Inicial: ¡Dios mío! ¡Qué dichosos son los que se entregan a Dios de ese modo para hacer lo que hizo Jesucristo y practicar según él las virtudes que practicó: la pobreza, la obediencia, la humildad, la paciencia, el celo y las demás virtudes! Pues así son los verdaderos discípulos de semejante Maestro; viven puramente de su espíritu y derraman, con el olor de su vida, el mérito de sus acciones para la santificación de las almas, por las que él murió y resucitó (SV V, 610).
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canto a elegir.
Oración inicial
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal.
¡Amén!
Meditando la Palabra de Dios: Mt 1, 23-24.
Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.» 24. Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.
Momento de reflexión y silencio.
Preguntas para compartir:
- Jesucristo dio un ejemplo tan hermoso de obediencia (cf. Jn 8,29): ¿son mis actitudes obedientes a la palabra de Jesús y a sus mandamientos?
- ¿He practicado la obediencia, escuchado la voz y la llamada que Dios me hace?
Preces
Palabra de San Vicente:
¿En qué consiste esta virtud? Los teólogos dicen que consiste en la disposición de hacer lo que quieren aquellos a los que estamos sometidos. Fijaos, hermanos míos, Dios es el Dios de las virtudes, Deus virtutum, la virtud tiene que tener su principio y su raíz en lo interior, pues como aquello que aparece en el hombre no es el hombre, tampoco lo que parece obediencia es siempre la virtud de la obediencia; pues consiste en una disposición continua de obedecer, de renunciar a su propio juicio. Según esta disposición, se camina rectamente hacia donde Dios quiere; a eso es a lo que hemos de tender para ser perfectamente obedientes. Pidámosle a Dios que nos dé este espíritu de obediencia (SV XI, 691).
Palabra del Papa Francisco:
José estaba muy angustiado por el embarazo incomprensible de María; no quería «denunciarla públicamente», pero decidió «romper su compromiso en secreto» (Mt 1,19). En el primer sueño el ángel lo ayudó a resolver su grave dilema. Su respuesta fue inmediata: «Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24). Con la obediencia superó su drama y salvó a María. En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario (cf. Jn 4,34).
Oración final
Oh Glorioso San José, hombre justo, fiel y bueno. Eres reflejo de la paternidad de Dios y patrono de las vocaciones vicencianas. Por ti ponemos nuestra esperanza y confianza en Jesús.
San José, a quien Dios encomendó el cuidado de la Familia de Nazaret, sea el padre y protector de nuestra Familia Vicenciana e inspíranos con la gracia de vivir siempre en fidelidad y amor, sobre todo el compromiso por el derecho y la justicia hacia el los más pobres.Toma nuestros jóvenes vocacionados, nuestras comunidades, provincias y trabajos bajo tu protección.
Oh Dios, por intercesión de San José, “envía buenos operarios a tu Iglesia, para trabajar en tu viña, que sean buenos de verdad, aunque sean en menos número (SVP)”. Amén.
San José, ruega por nosotros.
San Vicente de Paúl, ruega por nosotros.
Autor: Ramon Aurélio Júnior da Cunha (Província Brasileira da Congregação da Missão)
Traducción: Cleber Fábio Oliveira Teodósio
Fuente: Servicio de Animación Vocacional Vicentino – Brasil
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