El racismo sistémico es un tema CANDENTE en el mundo de hoy. Sé que puede causar comentarios desde varias y muy diferentes perspectivas. Tengo la edad suficiente para recordar el movimiento de derechos civiles de los años 60 y me asombró entonces oír que una persona afroamericana, en muchos estados de EE.UU., tendría que ir a una fuente de agua separada, sentarse en el balcón de un cine, ir a la parte trasera del autobús o simplemente no se le permitía el acceso a algunos restaurantes u hoteles. Vi como los estudiantes universitarios negros necesitaban un guardia armado para entrar a la facultad. Vi a niños inocentes que murieron en un atentado a una iglesia, así como cuando Martin Luther King fue asesinado. ¡Los 60 también incluyeron una ley de derechos civiles firmada por un presidente de Texas! Los años 70 tuvieron protestas sobre la brutalidad policial y el derecho al voto. ¿No es sorprendente lo mucho que han mejorado las cosas? La familia de George Floyd puede estar en desacuerdo.
Los canadienses normalmente se han sentado a observar lo que estaba pasando al sur de nuestra frontera, pensando que somos muy afortunados de no tener estos problemas. Pues bien, a medida que evoluciona nuestro reconocimiento actual del racismo sistémico, en Canadá también debemos enfrentar la realidad de que, si bien es probable que nuestro racismo no alcance el elevado nivel que hemos visto en los Estados Unidos, debemos asumir la cuestión del racismo. También nosotros debemos escuchar a los grupos raciales y aprender de los errores del pasado mientras tomamos medidas positivas para nuestro futuro.
He tenido el honor de conocer a algunos estadounidenses grandes y bondadosos gracias a mi participación en el grupo de justicia social «Vinfam», al que pertenezco, así como a otras organizaciones. Somos una familia dentro de esta gran Familia Vicenciana. Nos preocupamos por todas las personas que sufren la pobreza y la injusticia en América del Norte y en el mundo. Como sólo un par de nuestro grupo son canadienses y el resto estadounidenses, siento una gran pena por lo que está ocurriendo en relación con el Covid-19 y el racismo sistémico en los Estados Unidos. Rezo por mis amigos y por aquellos que están sufriendo en estos tiempos difíciles. Rezo por el liderazgo en todos los niveles del gobierno, que es tan crucial para superar esta pandemia de la Covid-19, así como la plaga del racismo. ¡Es realmente el momento de algún BUEN ESTUDIO! ¡Que Dios bendiga a los Estados Unidos de América!
Sobre el autor:
Jim Paddon vive en London, Ontario, Canadá y es ex-presidente del Consejo Regional de Ontario de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Actualmente es presidente del Comité Nacional de Justicia Social de la Sociedad en Canadá. Está casado con su querida esposa Pat y tienen seis hijas y once nietos. Jim ha sido miembro de la Sociedad desde los años 70.
Las opiniones expresadas son las del autor y no representan oficialmente las de la Sociedad de San Vicente de Paúl.
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