La crisis del covid-19 ha dado lugar a muchos debates en todo el mundo, ya que las desigualdades en el ámbito de los derechos humanos a nivel mundial se han hecho aún más evidentes. En una serie de dos partes, destacamos informes en dos hemisferios diferentes que se centran en las mujeres en el mundo infectado por el covid.
Primera Parte: Las naciones del G7, llamadas a defender la igualdad de género y el derecho a un futuro mejor para las mujeres en el puesto de trabajo
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ONU Mujeres y la Unión Europea han pedido a las naciones del G7 que pongan en marcha medidas que promuevan la igualdad de género en medio de la crisis del covid-19.
En una reunión virtual de alto nivel, celebrada el 14 de mayo sobre el covid-19, en la que participaron ministros de gobierno, directores ejecutivos, asociaciones empresariales, sindicatos, la sociedad civil, movimientos mundiales de mujeres y académicos de los países del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), los participantes acordaron que el empoderamiento económico de las mujeres debería formar parte de la respuesta a la crisis.
La pandemia ha exacerbado las desigualdades preexistentes y ha hecho que se preste más atención a las injusticias en los sistemas sociales, políticos y económicos, incluido el acceso a los servicios de salud y la protección social. Las mujeres con responsabilidades de cuidado, los trabajadores del sector no estructurado, las familias de bajos ingresos y los jóvenes están sometidos a una presión especial. Desde el comienzo de la crisis, se ha producido un aumento significativo de la violencia doméstica.
Este grupo ha hecho un llamamiento colectivo a las naciones del G7 para que:
- Se diseñen e implementen estrategias para abordar las cuestiones de género relacionadas con el covid-19, que estén alineadas con las normas laborales internacionales
- Se amplíe y se invierta en la protección social universal, incluido el acceso efectivo y asequible a una atención de la salud de calidad, y el apoyo inmediato a los ingresos y los alimentos.
- Se asegure que el apoyo a las empresas se dirija hacia las microempresas y las pequeñas y medianas empresas propiedad de mujeres.
- Se proporcione a los trabajadores de la atención sanitaria, y otros trabajadores de primera línea, el equipo adecuado de seguridad y salud en el trabajo, capacitación y condiciones de trabajo decentes.
- Se asignen recursos adicionales para hacer frente a la violencia contra las mujeres y las niñas en los planes de respuesta nacional del covid-19.
- Se invite a las empresas a que se comprometan a pagar igual salario por un trabajo de igual valor, y a no tolerar el acoso sexual, en las respuestas sobre políticas en el lugar de trabajo.
- Se aliente a las partes interesadas del sector financiero a que promuevan la igualdad de género como respuesta eficaz a la crisis.
- Se diseñen paquetes de recuperación económica que reconozcan y valoren el trabajo no remunerado en el cuidado de personas y los empleos de cuidado de personas y que proporcionen niveles adecuados de cuidado infantil de calidad.
- Se aseguren que se incluya a las niñas en los programas de aprendizaje y desarrollo de habilidades durante y después de la crisis.
- Se recopilen estadísticas y datos relacionados con el género para fundamentar la respuesta a la crisis y los planes de recuperación.
«La pandemia del covid-19 ha demostrado el papel siempre esencial de los héroes trabajadores de esta pandemia —dijo el Director General de la OIT, Guy Ryder—, personas que suelen ser invisibles, poco consideradas, infravaloradas, incluso ignoradas. Trabajadores de la salud y de la asistencia, limpiadores, cajeros de supermercado, cuidadores no remunerados en sus hogares y comunidades: una gran mayoría de mujeres, con frecuencia trabajadoras migrantes, que con demasiada frecuencia se encuentran entre los trabajadores pobres e inseguros».
Natalie Boone es la representante de la ONG AIC en la ONU-NY.
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