¡Tenemos una opción!

Hay dos maneras de leer los Hechos de los Apóstoles. Podemos leer los Hechos de los Apóstoles como una interesante historia separada de nuestras vidas. O podemos leer los Hechos de los Apóstoles como historias sobre gente real, gente como nosotros, gente que se enfrenta a los mismos problemas que nosotros hoy día.

El gran cuadro de los Hechos de los Apóstoles… un choque de mentalidades

El libro de los Hechos nos muestra la transición del evangelio de un contexto mayormente judío a un evangelio universal, que no sólo abarca a los gentiles sino que se convierte en un fenómeno de alguna manera gentil. Comenzamos en Jerusalén con un puñado de judíos seguidores de Jesús. El Libro de los Hechos termina en Roma, con la fundación de varias iglesias gentiles y una comunidad cristiana predominantemente gentil. El Libro de los Hechos describe esta transición: geográficamente, de Jerusalén a Roma; teológicamente, de Israel a la iglesia; y racialmente, de judíos a gentiles.

Un caso clásico de choque de mentalidades. ¡Mantenemos las cosas como estaban! ¡Debemos adaptarnos a una nueva forma de ver las cosas! Las formas de pensar estaban cambiando. Los sistemas y las estructuras se miraban de nuevo.

El Concilio de Jerusalén marcó el punto de inflexión en este choque.

Para los primeros seguidores de Jesús, fue una montaña rusa emocional. La vida, el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús aturdieron sus mentes… especialmente cuando trataban de encontrarle sentido a la vez a todo eso. Tengan en cuenta que la gente de esa época era gente como nosotros que se encontraba en situaciones que nunca hubieran esperado. Cómo darle sentido a todo lo que pasó. Les tomó un tiempo para entender lo que era valioso en su forma de vida habitual, así como lo que el nuevo estilo de vida requería. Había tantas cosas que no esperaban. ¿Quién de nosotros no puede identificarse con eso?

• No estaban preparados para sus experiencias.
• ¿Cómo se suponía que iban a descubrir el sentido?
• A veces eran capaces de encontrarle sentido a las cosas.
• Algunos se tomaron el tiempo para adaptarse
• Algunos nunca captaron el mensaje.

«Tenían todas las cosas en común» y aún así hubo enfrentamientos.

¡Un caso contemporáneo de choque de mentalidades!

¡Debemos mantener las cosas como estaban! ¡Debemos adaptarnos a una nueva forma de ver las cosas! ¿Un caso contemporáneo de choque de mentalidades?

Antes del Vaticano II, la Iglesia había llegado a ser vista como una institución, una sociedad perfecta, una forma perfecta de sociedad secular. El Vaticano II revivió una visión más bíblica de la Iglesia como el Pueblo de Dios. Desde Pablo VI hasta el papa Francisco vemos el continuo choque entre dos mentalidades. Las actitudes hacia la liturgia y varias áreas de la práctica de la Iglesia están enraizadas en diferentes mentalidades. Una mentalidad dice que todo era perfecto de la manera en que lo fue. La otra mentalidad dice leer los signos de los tiempos desde una mentalidad diferente y supuestamente más bíblica. Ambas afirman tener la mejor manera de dar sentido a un mundo cambiante.

En las próximas semanas leeremos las historias de la gente común. Gente que, en su tiempo, trató de encontrarle sentido a cómo su mundo había sido puesto al revés. Veremos estas dos mentalidades en tensión. Una se centrará en los desafíos de mantener las cosas como estaban, con tal vez algunas modificaciones. La otra se centrará en las oportunidades y desafíos ofrecidos por Jesús, que derribó sus expectativas.

Miren algunos temas recurrentes de entonces y de ahora

• Comidas – estrictas leyes dietéticas o la observancia de la abstinencia del viernes
• Liturgia – Circuncisión y Bautismo
• Mandamientos – una multiplicidad de mandamientos y reglas o un gran mandamiento
• Liderazgo – Pedro y Pablo y una «sinodalidad» de escucha

Preguntas – entonces y ahora

• ¿Pueden las diferentes mentalidades reconocer sus limitaciones?
• ¿Pueden las diferentes mentalidades aprender unas de otras?
• ¿Cómo podemos convertirnos en personas que escuchan?