El mundo está en constante movimiento. No espera a tus pensamientos y acciones. Ahí es donde entra tu papel en la historia: planear, analizar y ejecutar los mejores movimientos para lograr tu éxito personal. Pero, ¿qué tiene que ver el joven vicenciano con esto?
Nosotros, los jóvenes, estamos en constante cambio, involucrados en un ambiente de responsabilidades y desafíos, y llevar a cabo todo esto parece una misión ardua e interminable. Pero les diré algunos secretos para el éxito, que harán que su vida sea aún más agradable de vivir y, por supuesto, con un toque vicenciano.
En primer lugar, puedes ser vicenciano aunque seas estudiante universitario, trabajes todo el día, estudies para obtener un título, cuides de tu familia, y también puedes ir a una baile, a un bar, llevar una vida sana, hacer deporte, disfrutar de la vida independientemente de tu estilo, pero con un detalle: no olvides tu esencia, el respeto y la disciplina para comportarte.
Segundo, no lo olvides: ¡eres un joven católico! Es tu deber mantener una vida siguiendo los principios cristianos. A través de esta constancia y enriquecimiento espiritual podemos fortalecernos para nuestra misión de servir a los pobres.
Tercero, creo que es el tema que más sabor tiene nuestra vida: ser vicenciano. Has sido elegido para cuidar de los pequeños de Dios. Se te ha dado un carisma especial, tienes la posibilidad de marcar la diferencia en la vida del otro, sin esperar nada a cambio, eres sal y luz aquí en la tierra. Recordemos las palabras de Ozanam: «A los jóvenes que sienten hambre y sed de justicia social, les ofrecemos una caridad fraternal y obras en la verdad».
Ahora, reúne todos los temas anteriores, y, enhorabuena, es usted un joven vicenciano, el Ozanam de hoy, ¡el protagonista del momento! ¡Ahora depende de ti!
San Vicente de Paúl dice algo muy fuerte que resume los pasos del éxito: «¡Felices los que dedican el poco tiempo de su vida al amor y a la justicia! ¡Por caridad, por Dios, por los pobres! ¿Y qué acto de amor más grande puede hacer alguien que entregarse enteramente, por estado u oficio, para la salvación y el alivio de los afligidos? En esto está toda la perfección».
Por último, lo que quiero hablar de estos pasos y del éxito es que la vida es una carrera para todos, es difícil conciliar todo… Sí, lo es, y mucho, pero si realmente quieres marcar la diferencia en este mundo, tómate el tiempo, el humor, y elimina las excusas. Estoy segura de que puedes manejar una vida «agitada» y aún más segura de las recompensas, el crecimiento y el éxito. Jóvenes, sean protagonistas, no tengan miedo, ni pereza, ni ninguna situación que les impida brillar.
«Cuando se trata del futuro hay tres tipos de personas: los que dejan que suceda, los que hacen que suceda y los que preguntan qué pasó» – John M. Richardson
Entonces, ¿qué clase de joven vicenciano eres? Está en tus manos y ¿sabes a qué hora hay que cambiar? ¡AHORA!
¡Alabado sea nuestro Señor Jesucristo!
Consocia Barbara Fragoso
Coordinadora de la Comisión de Juventud del Consejo Metropolitano de Maringá (Brasil), Sociedad de San Vicente de Paúl
Fuente: https://www.ssvpbrasil.org.br/
Me da mucha alegría y esperanza ver a tantos Vicentinas-os en acción, que el espíritu de Jesús nos anime, para ser presente el espíritu de Vicente de Paúl. Animo a los jóvenes, son el presente y futuro.