Compartimos la carta que monseñor Vicente Bokalic, CM, obispo de Santiago del Espero en Argentina, escribió al P. Tomaž Mavrič, superior general de la Congregación de la Misión. En este momento de incertidumbre y de dolor para muchos, sus palabras vienen como una bocanada de esperanza:
Muy querido P. General Tomaž Mavrič CM
La gracia y la paz este siempre contigo.
Gracias por tu mensaje, lleno del Espíritu del Señor. Esto necesitamos escuchar en estas horas. Animémonos mutuamente, consolémonos con el consuelo que viene del Señor, como dice Pablo en su carta. Tu mensaje es luz, ánimo, esperanza y consuelo. Gracias.
Estamos hermanados por esta pandemia universal. En todo momento pienso cómo actuó nuestro padre san Vicente en situaciones similares: le tocó vivir infinidad de situaciones semejantes: guerras, hambrunas, pestes de todo tipo, mendicidad, refugiados… multitud de enfermos y abandonados; y él motivando a la Caridad. Asistir al pobre, que es el sacramento viviente del Cristo suficiente. Pero estaba anclado fuertemente en la oración: era su fuerza e iluminación para encarar obras, enviar misioneros, animar a las Hijas de Caridad, organizar el laicado en la atención de los pobres. Pero siempre desde este encuentro único con el Señor, en sus largos tiempos de oración, bien temprano y durante el dia, desde su comunión con el Señor en la Eucaristía, con profundo sentido eclesial. Es inspiración para nosotros, los continuadores de su legado de misión y caridad. Él nos dice que volvamos a las fuentes de nuestra espiritualidad: tan encarnada en la vida pero con sabor a eternidad. El misterio de Encarnación, que celebramos días pasados, es fuente inagotable de vivencia de nuestra consagración y servicio en la Iglesia sirviendo donde el Señor nos envía.
Aquí en Santiago del Estero, Argentina, en cuarentena desde 20 de marzo y seguirá hasta la Pascua. La gente, en general, obedece las indicaciones de autoridades. Se está implementando todo lo asistencial, en especial en sectores más empobrecidos: para los muchos que no tenían trabajo, donde hay niños y ancianos, familias numerosas de las periferias de la ciudades y campo. La Iglesia a través de las Cáritas, hogares de adictos, voluntarios de todo tipo están atendiendo y colaborando con el Estado para llegar a los más pobres.
Gracias a Dios, no se extendió mucho la endemia por aquí: son pocos casos, pero hay que estar atentos.
Como en todos lados: por emergencia no podemos celebrar con pueblo: pero hay infinidad de iniciativas, mucha creatividad para que, a través de redes sociales, se promueva la oración en familia. Muchos recursos, variados y buenos. La gente esáa orando más, escuchando y meditando la Palabra del Señor, participando de la Eucaristía en forma virtual. Hay un fuerte sentido de la oración y se acogen estas iniciativas. Ello fortalece a las familias. Es misión mía animar, promover, acompañar con algún mensaje e incentivando a los fieles en que cada casa sea «una Iglesia domestica»… Tenemos confianza en la Providencia del Señor. Hoy lo rezamos en un salmo de Laudes. San Vicente nos enseñó a creer y orar mucho a la Providencia de Dios.
Tomaž: sigue animando y fortaleciendo a toda la Familia Vicenciana del mundo. Hay lugares mucho más golpeados y afligidos por esta tragedia mundial: necesitamos palabras y gestos que alienten nuestra Fe y Caridad.
Ruego por vos, por toda la Congregación, por toda la Familia: unidos para servir a los pobres, como lo hizo san Vicente.
Una oración especial por vos, querido Padre General. Que la Milagrosa derrame gracias de esperanza y amor efectivo en todos.
Saludos muy cordial y fraterno.
+Vicente Bokalic CM
Obispo en Santiago del Estero
31 marzo 2020
Fuente: https://cmglobal.org/
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