Fotografía a intervalos de tiempo – Cuatro siglos de sistemas y cambios
¿Alguna vez has visto una sucesión de fotografías a intervalos de tiempo del asombroso proceso de una polilla que se convierte en mariposa? ¿Has visto alguna vez un video en cámara lenta de un swing de golf o una rutina de gimnasia? En todos los casos, puedes ver cosas que normalmente no ves.
Tal fue mi experiencia cuando miré algunos de los videos de las presentaciones durante el reciente e histórico Encuentro de la Familia Vicenciana en Roma: líderes de 97 ramas de la Familia Vicenciana que representan a más de 2 millones de personas que llevan la «buena noticia» a incontables millones de personas de 156 países.
Sospecho que San Vicente se habría sorprendido, maravillado, … y sentido una gran humildad ante este encuentro de alto nivel de personas que caminan tras sus pasos.
Otra forma de ver esto es lo sorprendido que hubiera estado al ver los enormes cambios que él mismo provocó en su día, pero también por la «audaz prudencia» de las generaciones de otros que han recogido su capa y cambiado las cosas en su mundo. VIcente lo planeó poniendo en marcha tantas iniciativas de cambio sistémico.
Esta semana en Roma
Tras pensar en esos números y escuchar la presentación «Una Prudencia Atrevida», la visión general del P. Robert Maloney sobre el desarrollo de la Familia Vicenciana me evocó la metáforas de la fotografía. Él trazó las líneas maestras de cómo la Familia Vicenciana fue colaboradora desde el principio y rápidamente creció hasta llegar a 170 comunidades, principalmente de mujeres. Un fenómeno verdaderamente revolucionario en la iglesia que floreció durante los siguientes 150 años!
Desafortunadamente, otra revolución, la Revolución Francesa, interrumpió la expansión de la familia. Con la Revolución Francesa, el fuego del carisma vicenciano casi se extinguió. Afortunadamente, tras esta revolución, la Familia Vicenciana experimentó un maravilloso renacimiento en el siglo XIX y que hoy en día cuenta con cientos de miles de miembros en 153 países. La Virgen se le apareció a Santa Catalina Labouré liderando la rápida difusión de la Medalla Milagrosa y la fundación de la Juventud Mariana Vicenciana. Numerosos grupos de Hermanas de la Caridad surgieron para satisfacer las necesidades de la época.
Sin embargo, las ramas de la familia perdieron el contacto entre sí, ya que se ocupaban de sus ministerios particulares.
Los últimos 25 años – Un redescubrimiento de una comunidad de comunidades
El Padre Maloney compartió con nosotros su experiencia transformadora de 1994 del «momento Aha» en México. Como Superior General, había sido invitado a un encuentro de líderes de varias ramas de la pastoral familiar en México. Al final del encuentro, se sintió profundamente conmovido por la demostración visible de su vitalidad en una misa en una basílica llena.
Reflexionando sobre la experiencia al salir de México se preguntó «¿No podría ser así en todas partes?» A su regreso a Roma, invitó a los responsables de las Hijas de la Caridad, de la AIC o Asociación Internacional de Caridades y de la Sociedad de San Vicente de Paúl a explorar la manera de colaborar preservando la singularidad de cada una de las ramas. De esta reunión del 6 de junio de 1995 nacieron 5 compromisos: ellos:
- se reunirían anualmente y tratarían de ampliar el número de invitados a asistir;
- cada uno invitaría a observadores de otras ramas a sus asambleas;
- colaboraráin en una jornada de oración anual;
- intentarían responder en colaboración a las principales crisis del mundo;
- en sus visitas internacionales animarían la convocatoria de Jornadas Nacionales de la Familia Vicenciana.
Avance rápido hasta el día de hoy. Estamos recordando las verdades olvidadas de la creatividad audaz de los Vicencianos y fomentando la colaboración de personas de todas las clases sociales y culturas. Esto suena muy parecido a lo que acaba de suceder en Roma casi 25 años después.
Tal es la visión a intervalos de tiempo del camino hacia el hoy. Me parece que en el espíritu de los Reyes Magos de la Epifanía los sabios y sabias de nuestro tiempo vinieron a ver lo que ha sucedido y lo que podría suceder.
¿Podría Vicente imaginar todo lo que puso en marcha? Probablemente no. Pero agradecería que otros hubieran recogido su capa.
¿Creemos en el potencial de cambio sistémico de lo que ocurrió en Roma?
¿Estamos dispuestos a recoger su capa con «Prudencia Atrevida»?
Gracias por el articulo, excelente!!!