San Vicente ya ha regresado a Eslovaquia desde la República Checa.

Incluso aquí, en la República Checa, a menudo considerado un país ateo, san Vicente ha sido acogido muy calurosamente. Tal vez la cantidad de gente no ha sido tan grande como en Eslovaquia, pero los que vinieron eran creyentes y devotos de san Vicente de Paúl. Tal vez el número no fue grande, pero la calidad fue simplemente excelente.

En la República Checa, san Vicente es quizás más conocido que por los eslovacos, porque en el reino checo, el 26 de junio de 1876, se fundó la Sociedad de San Vicente de Paúl, inspirada en el carisma de este Padre de los pobres. También los misioneros de la Congregación de la Misión de la provincia eslovaca dirigen las misiones parroquiales aquí, por lo que cada vez más parroquias checas pueden conocer a san Vicente. Gracias a esto, muchas personas de estas parroquias han estado esperando ver a Vicente y rezarle.

Ahora San Vicente está peregrinando de nuevo por Eslovaquia, por más de dos semanas (desde el 14 de noviembre). Cada vez más gente se acerca a él y escuchamos más y más testimonios de cómo Dios, gracias a San Vicente, cambió sus vidas. En cada lugar, se invita a escribir algunas oraciones y peticiones a san Vicente, y luego se ofrece una misa por esas intenciones. Las estamos recogiendo y tratando de leerlas todas. La mayoría de las personas piden por sus familias, por que reine la paz y el amor en ellas. A veces también piden por la curación de sus familiares de las dependencias o por la recuperación de las relaciones.

Como anteriormente, en todos los lugares los miembros de la familia vicenciana (Congregación de la Misión, Hijas de la Caridad, Juventud Mariana Vicenciana, Asociación de la Medalla Milagrosa, Misioneros Seglares Vicencianos, etc.) han preparado un rico programa, gracias al cual muchas personas conocieron a san Vicente y las obras inspiradas por su carisma. Mucha gente «reinició» su anhelo de santidad y nos agradeció por haber organizado esta peregrinación de reliquias.

Nos gustaría reenviar esos agradecimientos a nuestro supervisor general Tomaž Mavrič, CM y a todos aquellos por los que todo esto pudo pasar.

Estamos entrando en las dos últimas semanas de peregrinación y esperamos que traiga mucho fruto a la vida de muchos checos y eslovacos; animamos a los presentes a seguir a san Vicente para servir a Cristo en los pobres y hacia la santidad.