La Semana de Concienciación sobre el Hambre y la Falta de Vivienda se celebra del 16 al 24 de noviembre. Nos fijamos ahora en los servicios que los vicencianos prestan en toda la Provincia del Este de Estados Unidos de la Congregación de la Misión. Centrándonos en dos grandes ciudades en las que los vicencianos ayudan a los pobres y olvidados —Filadelfia (Pensilvania) y las Cataratas del Niágara (Nueva York)—, veremos las vidas que están siendo transformadas por sus ministerios y compasión.
El siguiente video está en inglés. Ofrecemos la trascripción del mismo al español a continuación del mismo.
Fuente: https://cammonline.org/
Trascripción:
A pesar de que el problema del hambre ha disminuido en todo Estados Unidos, ha crecido un 22% en Filadelfia.
El 40% de los habitantes de las Cataratas del Niágara lee en un nivel de cuarto grado o superior. El 10% tiene un título de educación superior.
La gente no sólo está luchando por obtener suficientes ingresos familiares, sino también con el aislamiento.
Hay gente durmiendo en las puertas de las tiendas abandonadas, cubierta con alguna tela y algún periódico.
La gente acepta su destino y no tiene ni visión ni esperanza hacia el futuro.
Personas sin hogar, problemas de alimentación, familias destruidas.
Por muy malas que sean esas circunstancias, son las que conducen a las gentes a la realidad donde realmente está nuestro mundo.
Lo que realmente hemos tratado de hacer es alinear nuestros programas académicos con las necesidades de la comunidad, e involucrar a la comunidad para que participen en este proceso y que así construyamos algo que sea realmente sostenible.
Examinamos cómo podríamos construir la capacidad, cómo construir sostenibilidad, y cómo llevarlo a cabo.
Es la creencia vicenciana de que siempre hay una manera mejor de hacerlo.
Lo que estamos tratando de hacer es ayudar a la comunidad a identificar su futuro, y eso significa que tenemos que asociarnos con la gente que vive aquí, con la gente que sufre aquí.
Te agradecemos por la comida que tenemos que comer y por los que la prepararon.
El legado de Vicente está vivo aquí en Heart and Soul. Estamos ubicados en lo que se llama un desierto de comida, porque no hay tiendas de comestibles cerca.
Heart and Soul es un regalo para las Cataratas del Niágara. Sin Heart and Soul creo que mucha gente pasaría hambre, no tendría ropa.
Muchas de las familias están realmente luchando por esas cosas básicas, que mucha gente da por sentado.
Podemos transformar esta comunidad y cambiar las situaciones de la vida de las personas que más nos necesitan.
Si tratas de ayudas a tu comunidad, reconoces que hay algo más grande que tú ahí fuera.
Esperamos que cada voluntario, cada miembro del personal, encuentre en sí mismo la manera de profundizar y de encontrar no lo que nos separa, sino lo que nos conecta, esa conexión humana.
Cara a cara es una de las maneras más efectivas de ayudar a las personas que más lo necesitan.
Utilizamos los valores de hospitalidad, mutualidad y transformación para enmarcar la forma en que hacemos lo que hacemos.
Darles esperanza, pues han caído. Alguien tiene que levantarlos.
Se observan cambios en las comunidades, en la vida de las personas y en sus familias.
Dar esos pequeños pasos y marcar pequeñas diferencias, conducirá a un cambio a largo plazo.
Vinculando el desarrollo económico, social y educativo junto con los socios, el gobierno, la educación y las empresas, ponemos las necesidades de las personas en el punto de mira.
Mejoras en el hogar, cuidado del ambiente exterior, asociación con la ciudad para nuevos parques y programas para niños, programas de educación en el vecindario. Eso es ser un agente que transforma la sociedad, por eso transforma a los individuos.
Si realmente creo que tú y yo somos iguales, ambos nos estamos transformando. Hay algo que pasa.
Fui bendecido por estar aquí, conociendo nuevos amigos.
He obtenido abrigos aquí y todo lo que necesito, ellos te ayudarán.
Quiero decir, artículos de tocador o calcetines. Puede parecer algo pequeño, pero es grande cuando es algo que necesitas.
Apreciar cada momento que puedo conseguir con estos amigos.
Han sido muy, muy buenos conmigo, y estoy muy agradecida.
Aquí es donde está Dios, y aquí es donde estaba Vicente.
Tal vez han sido apaleados. Tal vez muchas cosas han pasado en sus vidas, pero más allá de lo que han hecho en la vida, siguen siendo hijos de Dios.
Nosotros, como vicencianos, tratamos de ayudar a la gente a apreciar eso.
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