Las reliquias de san Vicente peregrinan desde el 26 de septiembre, es decir, desde hace más de un mes.
El 27 de octubre abandonaron Eslovaquia y llegaron a la República Checa, donde permanecerán hasta el 13 de noviembre, fecha en la que regresarán y seguirán peregrinando por Eslovaquia, hasta el 15 de diciembre.
Después de más de un mes tenemos que admitir que esta peregrinación de las reliquias de san Vicente de Paúl está dando mucho fruto y está llena de gracias. Algunos testimonios nos han llegado sobre pequeños milagros (podemos decir) «al estilo de san Vicente»: no en voz alta y con fuegos artificiales, sino humildes milagros silenciosos.
Dos hombres (sin conocerse) de dos lugares diferentes han dado testimonios similares. Cada uno de ellos estuvo buscando trabajo durante mucho tiempo. Cada uno de ellos rezaba por intercesión de las reliquias de san Vicente para encontrar trabajo, para poder alimentar a sus familias. Poco después, ambos encontraron un trabajo. El primero dijo que cuando salió de la iglesia después de la oración, sonó el teléfono móvil y un hombre desconocido le dijo que obtuvo su número de teléfono de alguien que le dijo que estaba buscando trabajo. Le ofreció un nuevo puesto, pues era el que estaba buscando.
El siguiente milagro del que oímos hablar fue el de una mujer enferma durante mucho tiempo (una enfermedad grave). Estaba muy deprimida por eso. Una vez llegó a la iglesia, donde la gente rezaba un rosario, intercalando citas de san Vicente, alrededor de las reliquias. Cuando escuchó un pensamiento que invitaba a aceptar nuestra cruz y creer, que Dios sabe por qué tenemos que soportarla, sintió verdadera paz en su corazón y aceptó la enfermedad como parte de la amorosa providencia de Dios. Nos agradeció que pudiera encontrarse con este gran santo de Francia.
Como dije, milagros «al estilo de san Vicente»…
A lo largo de este mes, más de 25.000 personas ha visitado a san Vicente, han asistido a misas, rezado novenas, rosarios, letanías a san Vicente, han oído hablar de su vida y carisma, de las obras que fundó. En la mayoría de los lugares, los sacerdotes de la Congregación de la misión han predicado acerca de san Vicente y han animado a los presentes a seguir a san Vicente para servir a Cristo en los pobres y caminar hacia la santidad. En todas las diócesis, el obispo diocesano celebró la misa y rezó a san Vicente también por nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
Esperamos que esta peregrinación traiga una nueva primavera a la Iglesia de Eslovaquia y la República Checa y que lleve a la gente a amar más a Dios, y a los hermanos a través de Dios.
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