¡Mis queridos vicentinos, miembros de las Conferencias de San Vicente de Paúl, FELIZ NAVIDAD!
Enhorabuena a todos los vicentinos del mundo entero por la dedicación, el cariño y el celo con que tratan diariamente con las personas que viven algún tipo de necesidad, material o espiritual.
Las nuevas formas de sufrimiento exigen de todos nosotros una nueva mirada sobre la sociedad en la que estamos inmersos y, por consiguiente, una nueva forma de atacar las causas y las consecuencias de la pobreza.
La presencia de ustedes en ese mundo es luz para todos, así como Cristo es la luz del mundo. El vicentino actúa para ofrecer, a los que sufren, una vida mejor, basada en el amor a Dios y al prójimo.
En este santo tiempo de Navidad, renovemos los ideales de solidaridad, caridad y amor, que son las marcas de todo cristiano y que constituyen el legado de nuestros fundadores.
Donde hay sombras, tristeza e indiferencia, llevemos el amor de Jesucristo.
Donde hay envidia y vanidad, llevemos la dulzura del corazón de María.
Donde hay falta de esperanza y de amor, llevemos la fortaleza de San José.
En nombre del Consejo General Internacional, de toda la mesa directiva y del staff de la sede general en París, deseo que todos los consocios vivan una SANTA NAVIDAD.
También deseamos a todos, un año 2019 (Año Internacional de Paul Lamache y de los 180 años del Consejo General) repleto de logros, especialmente en favor de los más humildes. Que Dios nos bendiga y perdone nuestras faltas.
¡Alabado sea nuestro Señor Jesucristo!
Fuente: https://www.ssvpglobal.org/
0 comentarios