El sábado, 24 de noviembre de 2018, el padre general tomó tierra en Benin. Se alojó en la casa de las Hermanas de María de la Medalla Milagrosa en Porto-Novo. El domingo, 25 de noviembre, en la Solemnidad de Cristo, Rey del Universo, se reunió toda la Familia Vicenciana en el sur de Benin. El día comenzó con una eucaristía solemne en la Capilla de las Hermanas en Malanhoui. Al comienzo de la misa, el padre Stanislav (CM) dio la bienvenida al Superior General y pidió a toda la asamblea que abriera su corazón al Espíritu Santo, para que la reunión pudiera dar frutos. Durante la homilía, el Superior General enumeró los acontecimientos vividos por la Familia Vicenciana desde la gran solemnidad del 400 aniversario del carisma vicenciano.

Finalizada la misa, la asamblea se dirigió a la sala de conferencias. El padre Stanislav invitó a cada grupo a presentarse. El presidente y el secretario de la Sociedad de San Vicente de Paúl, presente en Benin desde 1905, tomaron la palabra y presentaron su rama. Esta Sociedad está compuesta por 135 conferencias presentes en varias parroquias, y cuenta con más de 500 miembros. Llevan ayudas a los enfermos en los hospitales; a las cárceles, a niños abandonados y personas mayores. Un centro de salud bajo el patrocinio de Federico Ozanam, construido por esta asociación, se inaugurará a principios de 2019.

Las Siervas del Amor Redentor de Cristo, asociación de Hermanas fundada por el difunto obispo de Porto Novo, Vincent Mensah, presentó su apostolado. Están llamadas a ser testigos del Evangelio como san Vicente; trabajan en pastoral social de la Iglesia diocesana.

Las Hermanas de María de la Medalla Milagrosa, fundadas en Eslovenia en 1878 por la madre Léopoldina Brandis y presentes en Benin desde 1988, también presentaron su congregación y la misión que realizan en Benin. Están sirviendo humildemente a los hermanos sufrientes, imitando a Jesús y María, y siguiendo el ejemplo de san Vicente. Trabajan en hospitales, orfanatos y visitan a personas mayores en sus hogares. Tienen seis comunidades y el Superior General visitará algunas de ellas.

El Superior General tomó la palabra y agradeció a cada rama su labor, y explicó los proyectos de la Familia Vicenciana. Animó a tener reuniones frecuentes a nivel nacional y diocesano. También enfatizó la singularidad de cada rama y la contribución de cada una de ellas para el bien común de toda la familia, así como el apoyo mutuo que debe reinar en la Familia. Presentó el papel de la oficina internacional, animando al comité en Benin a mantener contacto con esta oficina.

El padre Stanislav finalmente agradeció a todos los participantes y los invitó a un ágape preparado por las Hermanas de María.

El padre general regresó, después de la visita al lugar de trabajo doméstico, al noviciado de las Hermanas de María.