Ser un sin techo, «sin elegirlo»

La falta de hogar no es algo que las personas eligen, a veces simplemente son desafortunados y pasan por momentos difíciles.

El ejecutivo y voluntario de la Sociedad de San Vicente de Paúl, Herbert Portanier, se reúne regularmente con personas que experimentan inseguridad en la vivienda.

Herbert Portanier, de la Sociedad de San Vicente de Paúl, teme por las personas sin hogar y dice que la ayuda del gobierno no es suficiente para satisfacer las necesidades de los desfavorecidos de la sociedad. Foto: Meg De Young

«Todo lo que se necesita es que la persona con ingresos báasicos pierda su trabajo», dijo Portanier.

«Esto a menudo puede significar confiar en Newstart u otros beneficios de asistencia social para pagar lo básico».

Si una familia o un individuo vivían de alquiler, la asistencia del gobierno generalmente no era suficiente para pagar lo básico, especialmente la renta, que estaba en aumento.

«El estrés que esto pone en la confianza y las relaciones es inmenso y, en circunstancias extremas, puede llevar a la falta de vivienda», dijo el Sr. Portanier.

Otros ejemplos incluyen personas que han sufrido accidentes de tránsito o accidentes laborales.

Una pérdida repentina de ingresos podría llevar a buscar alojamiento temporal, como couch surfing [dormir en el sofá en casa de conocidos] o vivir en una casa de huéspedes, un entorno muy costoso y difícil.

«Si alguien está trabajando y pierde su trabajo, el pago semanal actual de Newstart para una persona soltera es de aproximadamente $ 272 [a la semana], más un poco de asistencia para el alquiler de aproximadamente $ 67», dijo el Sr. Portanier.

«Si pagan $ 220 en alquiler, entonces tendrán $ 17 por día para pagar todo lo demás: comida, ropa, transporte y el resto».

Esta fue la razón por la que muchas personas se quedaron sin un alojamiento seguro y terminaron durmiendo a la intemperie.

El Sr. Portanier afirma que son los pobres ocultos: «A menos que mires, no los ves».

Fuente: Morning Peninsula News, Australia

Preguntas para reflexionar:

• ¿Conoces algún pobre oculto?
• ¿Mantenemos los ojos abiertos, buscando a los pobres ocultos?