María Fernanda Espinosa Garcés, poetisa y política ecuatoriana, es la 73ª persona que accede a la presidencia de la Asamblea General de la ONU. Ella es la cuarta mujer en ocupar este puesto en la historia de la ONU. Dedicó su elección a todas las mujeres del mundo que participan en política y rindió homenaje a las mujeres que luchan todos los días por acceder a empleos en igualdad de condiciones, a las que fueron víctimas de violencia y a las niñas y adolescentes que demandan acceso a información de calidad y educación.

En su discurso de aceptación, ella ofreció una política de puertas abiertas y «actuar como una facilitadora imparcial, objetivo y abierto». Ella continuó diciendo: «Como ustedes saben, soy poeta y también política. Como tal, soy plenamente consciente de que ninguna vista es útil si no vemos, y ninguna palabra tiene valor, si no escuchamos. Estaré lista a escucharles a todos y trabajar para ustedes y con ustedes». Ha publicado cinco volúmenes de poesía y recibió el Premio Nacional de Poesía Ecuatoriana en 1990.

Ha servido a Ecuador como Ministra de Asuntos Exteriores y Movilidad Humana, Ministra de Defensa y Ministra Coordinadora del Patrimonio Cultural y Natural. También ha sido Embajadora de Ecuador en Ginebra y Representante Permanente en Nueva York. Estas experiencias la han dotado de un conocimiento directo de las negociaciones intergubernamentales sobre derechos humanos, mujeres indígenas y cambio climático y la ayudarán a cumplir con sus responsabilidades el próximo año. En 2009, fue co-facilitadora, junto con Noruega, en el liderazgo de las negociaciones para la revitalización de la Asamblea General. La resultante Resolución de 2017 solicitó diálogos informales interactivos con los candidatos para el puesto de Presidente de la Asamblea General para una mayor transparencia e inclusión en el proceso. Y ella fue elegida a través de este nuevo proceso.

En un mundo donde cada vez más líderes recurren al unilateralismo o al bilateralismo, su visión estratégica para el 73º período de sesiones de la Asamblea General es notable: «Diálogo y fortalecimiento del multilateralismo como catalizador del bienestar de todas las personas y de un planeta sostenible». Quiere guiar el trabajo de la Asamblea General de una manera abierta, efectiva, transparente e inclusiva y acercar las Naciones Unidas a la gente, hacer que su trabajo sea conocido y apreciado por la sociedad mundial. Quiere facilitar la movilización de recursos y la cooperación esencial para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Otra área de su atención sería en el Acuerdo de París, para fortalecer la agenda del cambio climático a nivel mundial. Sus planes para promover el acceso adecuado, la inclusión del enfoque basado en los derechos y la accesibilidad en los procesos de GA para las personas con discapacidad, para garantizar que «nadie quede atrás», son encomiables. Otras áreas que ella destacó son la promoción y protección de los derechos humanos y el desarrollo para reducir las desigualdades, el compromiso con los migrantes, la promoción de la igualdad de género, la prevención de conflictos y la orientación del proceso de reforma de la ONU. ¡Mucho por lograr durante su presidencia de un año! Ojalá ella obtenga el apoyo y la cooperación de todos los países para traer un cambio verdadero a la ONU desde una perspectiva femenina.

Las mujeres líderes anteriores de la Asamblea fueron Vijaya Lakshmi Pandit de India en 1953; Angie Elisabeth Brooks de Liberia en 1969 y Sheikha Haya Rashed Al Khalifa de Bahrein en 2006.

Teresa Kotturan, SCN es la Representante ante la ONU de la ONG para la Federación de las Hermanas de la Caridad.