«No se trata de compartir una carga. Se trata de compartir una responsabilidad global, basada no solo en la idea general de nuestra común humanidad, sino también en las muy específicas obligaciones del derecho internacional. Los problemas de raíz son la guerra y el odio, no las personas que huyen; los refugiados están entre las primeras víctimas del terrorismo». – António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

Teniendo cerca aún al Día Mundial de los Refugiados, celebrado el pasado 20 de junio, es buen momento para reflexionar sobre el Pacto Mundial para los Refugiados.

Para ser claros, las negociaciones en las Naciones Unidas están actualmente en curso, hacia dos pactos diferenciados: uno relacionado con los inmigrantes y el otro con los refugiados. Ambos están entrando en la «recta final» tras largos procesos de negociación.

Las negociaciones finales relacionadas con el Pacto sobre los Refugiados se llevarán a cabo el 3 y 4 de julio en Ginebra. Las últimas seis sesiones de negociación relacionadas con el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular están programadas del 13 al 14 de julio en Nueva York.

Por el bien de este artículo, me centraré en el Pacto Mundial sobre los Refugiados.

DÍA MUNDIAL DEL REFUGIADO

La guerra, la violencia y los desastres naturales obligan a miles de seres humanos a huir de sus hogares todos los días. Actualmente hay más de 22 millones de refugiados en todo el mundo. El Día Mundial de los Refugiados es un momento para reflexionar cómo el mundo se apoya a las personas en tales circunstancias. También conmemora los obstáculos que enfrentan los refugiados cada año, y celebra su coraje y fortaleza.

¿CÓMO FUNCIONA EL PACTO GLOBAL SOBRE REFUGIADOS?

El 19 de septiembre de 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad la Declaración de Nueva York para refugiados y migrantes. En términos de refugiados, la idea era mejorar la forma en que las naciones responden a las situaciones de los refugiados tanto nuevos como de largo recorrido. Volker Turk, jefe de la rama de protección para los Refugiados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, señala que alrededor del 60 por ciento de los refugiados del mundo viven en 10 países, todos en el sur global, con refugiados que residen en las partes más pobres de esos países.

La Declaración de Nueva York proporcionó un Marco Integral de Respuesta a los Refugiados (CRRF). El Marco hace un llamamiento al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para que aplique el marco a diversas situaciones, coordinando estrechamente con las naciones, las agencias de la ONU y las partes interesadas, y para evaluar su impacto. (El actual Alto Comisionado es Filippo Grandi, de Italia).

Al aprobar la Declaración de Nueva York, los Estados Miembros se comprometieron a adoptar un Pacto Mundial para los Refugiados en 2018. El ACNUR recibió la responsabilidad de dirigir el desarrollo del Pacto. La Asamblea lo examinará en su septuagésima tercera sesión en Nueva York en septiembre.

OBJETIVOS DEL PACTO SOBRE REFUGIADOS

El Pacto Mundial para los Refugiados busca garantizar que los refugiados y los países que los acogen reciban el apoyo necesario. Otro objetivo es garantizar que los refugiados sean más autosuficientes para que puedan contribuir a su propio futuro y el de sus comunidades de acogida.

«Estamos construyendo sobre una base muy sólida de derecho internacional, de normas y prácticas internacionales», dijo Turk en un artículo del ACNUR del 8 de marzo, escrito por Ariane Rummery. «Queremos ir más allá de lo que ya existe y abordar una brecha muy específica que consiste en definir mejor la cooperación internacional para compartir responsabilidades».

El aspecto del compartir responsabilidades debe aún de ser claramente definido. Pero podría significar que cuando un país recibe una gran afluencia de personas, otros países se ofrecen como voluntarios para ayudar con cuestiones tales como financiamiento, educación, apoyo técnico, recopilación de datos, protección del medio ambiente, reasentamiento y similares.

«Entonces, lo que queremos lograr es una galvanización muy rápida de apoyo: apoyo político, financiero y de reasentamiento para que los países, cuando se enfrentan con tal situación, sientan que no están solos», dijo Turk. «Que no están aislados, que a nadie le importa. De hecho, sí, la comunidad internacional se preocupa por las personas, pero también por el país afectado. Y se solidariza y actúa en solidaridad con ellos. Ese es realmente el propósito».

Desde un punto de vista vicenciano, el objetivo parece ser que el Pacto abordaría las situaciones de los refugiados de una manera más sistémica.

LO QUE HA ESTADO SUCEDIENDO CON EL PACTO

Se recibió mucho aporte sobre el Pacto propuesto el año pasado. En 2018, las discusiones se profundizaron en cinco consultas formales en Ginebra, y la quinta tuvo lugar la semanaq pasada. Una sexta y última sesión está programada la primera semana de julio.

Se han emitido varios borradores y se realizarán más revisiones antes de presentar el Pacto final.

NO SE REEMPLAZA EL CONVENIO DE REFUGIADOS DE 1951

Existe una Convención de Refugiados de 1951 que sirve de base para la protección de los refugiados. Define a un refugiado como una persona que ha huido de su país debido a un temor bien fundado de persecución por uno de los cinco motivos: raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política.

El Pacto Mundial sobre los Refugiados no reemplaza a la Convención de Refugiados. «La Convención de Refugiados se centra en los derechos de los refugiados y las obligaciones de los estados, pero no trata de la cooperación internacional en gran escala», dice Turk. «Y eso es lo que el pacto global busca abordar».

¿QUÉ PODRÍA EL PACTO SIGNIFICAR PARA LA GENTE EN EL TERRENO?

Turk espera que el Pacto signifique que los países anfitriones se alejarán de las políticas de acampamento y se acercarán a nuevas formas de involucrarse con los refugiados. Para los refugiados, podría significar una mejor educación, un mejor acceso a la atención médica y mayores oportunidades para ganarse la vida. Podría significar que los países anfitriones recibirían un mejor apoyo humanitario y cooperación para el desarrollo. Turk también espera que signifique más lugares de reasentamiento y más formas en que los refugiados puedan trasladarse a terceros países.

PROMOCIÓN RESTANTE

A medida que las negociaciones disminuyen, se han expresado varias preocupaciones sobre el borrador del Pacto. Se busca más claridad en términos de cómo se implementará y revisará el Pacto. El borrador de mayo convocó a los Foros de Refugiados Globales cada cuatro años. Pero a la sociedad civil le gustaría verlos con más frecuencia. También les gustaría garantizar que los refugiados participen claramente en los Foros.

Se necesita un apoyo financiero más amplio, de modo que los países de todo el mundo, y no solo unos pocos, contribuyan a los recursos necesarios para la implementación y revisión. A algunos les gustaría ver que los países más ricos reciban más refugiados.

Algunos están preocupados por una superposición entre el Pacto Mundial para los Refugiados y el Pacto Mundial sobre Migración y mecanismos para resolver la confusión que pueda surgir.

Existe la esperanza de que se incluya un lenguaje más fuerte para garantizar la protección y el respeto de los derechos laborales por parte de las empresas y los Estados Miembros.

Actualmente, las personas desplazadas por problemas relacionados con el clima no se consideran refugiados. Muchos desearían ver categorías o disposiciones más claras para las personas en tales situaciones. Y hay retroceso en el lenguaje que se refiere a «alternativas a la detención» de los niños. Se espera que tales «alternativas» no restrinjan indebidamente la libertad de los niños.