La vida como misionero laico, ya sea en su país de origen como fuera de él, requiere compromisos con la propia comunidad, la comunidad de misión y el mundo en general.
Cada comunidad local desarrolla sus propios compromisos comunitarios y su propio plan de vida: en la oración, en el testimonio, en la evangelización. Hacen cosas juntos, por muchas razones. Aprenden a servir, a orar, a dar testimonio, a comunicar el evangelio de diversas maneras (¡y eso es evangelización!). Aprenden a amar y a valorarse unos a otros y a las comunidades en las que están inmersos. He aquí un poco de la vida de los Voluntarios Vicencianos de Colorado.
Para nuestro último Día de Acción Comunitaria, los voluntarios fueron con EarthLinks y LARADON a ayudar con algunos proyectos. ¡Los dos grupos lo pasaron genial y apreciaron que estas dos organizaciones maravillosas los recibieran! Además, un especial agradecimiento a nuestro amigo Mat Elmore de Microgrid Energy por comenzar nuestro día con una reveladora lección sobre todo lo relacionado con la energía solar.
«En general, una buena regla para descubrir (a lo que eres llamado) es esta: el tipo de trabajo al que Dios te llama habitualmente es el tipo de trabajo: (a) que más necesitas hacer y (b) que el mundo más necesita que se haga… El lugar al que Dios te llama es el lugar donde se encuentran tu profunda alegría y el hambre profunda del mundo« (Buechner, F. Wishful Thinking: A Seeker’s ABC, 118-19).
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