Del 30 de enero al 3 de febrero la Región de Kosovo – Albania, recibió la gracia divina y la Bendición celestial a través de la visita de nuestros superiores generales Tomaž Mavrič CM, Superior de la Congregación de la Misión, Sor Kathleen Appler H.C., Superiora General, Sor Hanna Cybula H.C., Consejera general el P. Nicola Albanesi, C.M. Visitador de la Provincia de Italia, Sor Francka Saje H.C. Visitadora de la Provincia de Eslovenia y el P. Giuseppe Carruli, C.M. de Roma.
Para toda la familia Vicenciana de Kosovo – Albania – no fue solo una visita, sino una gran celebración de la unidad y la alegría por la vida que nos ofrece el carisma vicenciano, que durante más de 400 años abraza al mundo, cura sus heridas, nutre la pobreza, da forma a su crecimiento. Los superiores generales visitaron por primera vez la Catedral de Pristina, dedicada a Santa Teresa de Calcuta, nuestra santa albanesa. Esta Eucaristía reunió a todos los miembros de la Familia Vicenciana: Padres Paúles, Hijas de la Caridad, Juventud Mariana Vicenciana y otros muchos colaboradores. La misa fue celebrada por Mons. Dodë Gjergji, y el P. Tomaž Mavrič C.M. tuvo a su cargo la homilía.
El Padre Tomaž elogió todas las iniciativas emprendidas para celebrar el 400 aniversario e invitó a los miembros de la Familia Vicenciana a colaborar en dos iniciativas: la Iniciativa Global de la Familia Vicenciana sobre las Personas sin Hogar y el Festival de Cine Vicentino, Finding Vince 400 (FV400), que se celebrará en Castel Gandolfo.
Después de la misa, el Superior general, los Padres Paúles y las Hermanas fueron recibidos por la comunidad de Prishtina y los jóvenes de JMV. Después de la cena Sor Kathleen Appler y Sor Hanna Cybula salieron hacia el aeropuerto de Pristina camino de Peja.
Al día siguiente, 31 de enero, Sor Kathleen en su conferencia animó a las hermanas que sirven en Kosovo y nos invitó a preguntarnos: “¿Qué está buscando el Señor revivir en este momento de nuestra vida diaria?” Algunas hermanas con sencillez y alegría compartieron lo que piensan.
El 1 de febrero, salieron temprano hacia Shkodra, donde fueron recibidas con alegría y creatividad por todas las Hermanas de Albania, los Padres Paúles, un grupo de JMV y niños que lo hicieron con un baile tradicional. Esta visita, sagrada y preciosa para nosotros, es una gracia de la que hoy continuamos aun disfrutando en el espíritu de nuestros amados fundadores. El padre Tomaž invitó a los jóvenes a conocer su vocación y a no tener miedo a responder SÍ a la llamada de Jesús que da sentido a la vida y perdura con felicidad.
Durante la Misa en Gruda, una niña de 14 años, miembro de JMV de Shkodra, mientras leía la Palabra de Dios no se sintió bien y se desplomó víctima de un ataque cardíaco. Fue enviada inmediatamente al hospital donde, a pesar de todos los esfuerzos médicos, la niña fue entregada en manos de la Santísima Virgen. Toda la familia vicenciana fue conmovida con este acontecimiento, pero la vida de esta joven, llena de fe y de sabiduría, nos hizo reflexionar que, quizás en el futuro, ella podría ser un ejemplo de santidad para nuestra gran familia. Junto con los superiores generales, fuimos a expresar nuestras condolencias a la familia de Lori y a pedirle, como a un ángel en el cielo, que mediara por la Familia Vicenciana.
Aprovechando la ocasión para evaluar nuestra pertenencia a la Madre Iglesia, los superiores generales visitaron al nuncio apostólico Mons. Charles John Brown, que les acogió con gran afecto.
Con gran alegría podemos decir: ¡bendito sea nuestro Señor por la visita de nuestros superiores generales!
Fuente: http://filles-de-la-charite.org/
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