«Verdades olvidadas»

Karl Rahner, quizás la mente teológica más grande del siglo pasado, nos alertó sobre el concepto de «verdades olvidadas». Se refiere a cosas que una vez conocimos pero que olvidamos. Las cosas que una vez conocimos como verdaderas no han cambiado. Sencillamente, las hemos olvidado o hemos olvidado cómo ponerlas en práctica.

Lo mismo es cierto dentro de la Familia Vicentina. Es especialmente cierto durante un período de tiempo. La gente puede olvidar qué fue lo que los atrajo a San Vicente.

Verdades olvidadas sobre Vicente

«Vicente fue un genio en la creación de redes» es una especie de «verdad olvidada» sobre Vicente. Y su genio en la creación de redes tiene muchas dimensiones.

Lo cierto es que estaba convencido de que otros compartirían su visión y serían generosos en su respuesta a las necesidades. «Los pobres sufren menos por falta de generosidad que por falta de organización».

Lo cierto es que fue lo suficientemente humilde como para pedir ayuda a otros. No estaba casado con ninguna ilusión mesiánica, con las tendencias del «Luchador solitario» que piensa que tiene que hacerlo todo solo.

Lo cierto es que era experto en involucrar a otros en lo que él veía que debía hacerse. Él encontró su fuerza aceptando sus limitaciones.

Lo cierto es que a menudo tenía el coraje y la habilidad para caminar en donde pocos habían caminado antes. Abrió caminos para el ministerio femenino, ya fueran laicas o religiosas.

Lo cierto es que le dijo la verdad al poder con valentía.

Recuperando verdades Vicencianas

De vez en cuando, puede ser bueno para nosotros mirar nuestros enfoques de trabajo en red en el ministerio y preguntarnos:

• ¿Estoy convencido de que otros comparten una visión que se preocupa por el más pequeño de nuestros hermanos y hermanas?
• ¿Soy lo suficientemente humilde como para pedirles a otros que se unan a mí… o unirme a otros en proyectos que muestren preocupación práctica por el menor de nuestros hermanos y hermanas?
• ¿Estoy abierto a aceptar mis limitaciones como recordatorios para pedir ayuda o unirme a otros?
• ¿Soy lo suficientemente valiente como para ir en contra de las tendencias populares?
• ¿Soy lo suficientemente valiente como para decirle la verdad al poder?

¿No son todas estas verdades las verdades clave sobre nuestro enfoque del cambio sistémico?