Si Einstein, o quien fuera que lo dijese primero, está en lo cierto… la “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes»… Los vicencianos tenemo algo en lo que pensar con esto.
Lo que hacemos una y otra vez y lo hacemos bien…
En la Familia Vicenciana tenemos una larga tradición de hacer ciertas cosas una y otra vez. ¡Y hacemos estas cosas muy bien! Alimentamos a los hambrientos, vestimos a los desnudos, abrigamos a los desamparados. ¡Y eso es lo que Jesús nos pidió que hiciéramos!
Pero, ¿por qué hacemos estas cosas una y otra vez?
Mirando las cosas a través de la lente de la visión de Einstein, deberíamos hacernos una pregunta más. ¿Por qué tantas personas siguen necesitando comida, ropa y refugio? ¿Hay algo que nos falta? Vicente y Federico pensaban que sí. Y el Papa Juan Pablo II nos recordó esa pregunta, con mucha fuerza, hace casi 40 años.
Todos conocemos la sabiduría de Vicente y de otros anteriores a él. No es suficiente darle a alguien un bocadillo para ayudarlo. A veces tenemos que enseñar a la persona a pescar para que puedan aprender a alimentarse. Federico acertó al señalar la relación entre la caridad y la justicia. La caridad venda las heridas, pero la justicia busca prevenir las heridas. El Papa Juan Pablo desafió a los Vicencianos a buscar las causas subyacentes y las soluciones a largo plazo.
¿Qué estamos esperando?
Por supuesto, abordar las causas subyacentes no es motivo para no abordar las heridas inmediatas. Pero, a menos que también colaboremos para encontrar soluciones a largo plazo, nos arriesgamos a ser un case de estudio sobre la validez de la visión de Einstein sobre la locura de hacer las mismas cosas una y otra vez, mientras esperamos resultados diferentes.
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