El continuo desafío de leer los signos de los tiempos

La expresión «leer los signos de los tiempos» ganó notoriedad hace poco más de 50 años. Era parte clave del documento del Concilio Vaticano II llamado «Gaudium et spes», la Iglesia en el mundo moderno. Significaba un compromiso de parte de la iglesia para leer los signos de los tiempos.

Casi exactamente 50 años después, el Papa Francisco nos recordó que es una tarea que debe realizarse en cada generación.

¡Cuántas personas, en las muchas periferias existenciales de nuestros días, están «decaídas y desanimadas» y esperan a la Iglesia, nos esperan a nosotros! ¿Cómo llegar a ellas? […] El Papa no tiene la función de «ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea» (Evangelii gaudium, 51), pero invita a toda la Iglesia a captar los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece continuamente. […] Estos signos […] deben releerse a la luz del Evangelio: este es el «tiempo favorable», es el momento del compromiso concreto, es el contexto en el que estamos llamados a trabajar para que crezca el reino de Dios.

¡Cuánta pobreza y soledad, por desgracia, vemos en el mundo de hoy! ¡Cuántas personas viven con gran sufrimiento y piden a la Iglesia que sea signo de la cercanía, de la bondad, de la solidaridad y de la misericordia del Señor! Esta es una tarea que, de modo particular, incumbe a cuantos tienen la responsabilidad de la pastoral […]. Están llamados a reconocer y leer estos signos de los tiempos, para dar una respuesta sabia y generosa.

—A los participantes en un encuentro organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, 19 de septiembre de 2014

Vicente leyó los signos de su tiempo… en sus experiencias vitales.

Vicente anticipó ese desafío en su vida. El año 1617 fue fundamental para él… y posteriormente para la Iglesia en Francia y del mundo entero.

Los visitantes habituales a este sitio están ya familiarizados con cómo sus experiencias en las adormecidas ciudades francesas de Folleville y Chatillon le mostraron el abandono espiritual y físico de quienes vivían en las periferias. Frequent visitors to this site are familiar with how his experiences in the sleepy French towns of Follville and Chatillon brought home to him the spiritual and physical neglect of those who lived on the peripheries. [Vicente nos lo mostró] con la ayuda de otras personas, descubrió su misión de seguir a Cristo Evangelizador de aquellos que viven en las periferias.

Durante las siguientes cuatro décadas, continuó leyendo los signos de los tiempos a medida que descubría más y más personas viviendo en la periferia, a pesar de que vivían en centros geográficos. A través de esos años, su visión no se atenuó con la edad. De hecho, vio más claramente los desafíos que requieren una respuesta. Su respuesta fue exactamente la «respuesta sabia y generosa» solicitada por el Papa Francisco.

Nuestro desafío para leer los signos de nuestros tiempos… en nuestras experiencias vitales

¿Cuáles son los signos del tiempo de hoy? El Papa Francisco habla de ellos a menudo. [Evangelii Gaudium, nº 2] Pero yendo a lo central de esta reflexión: ¿cuáles son los signos de los tiempos que están pidiendo que demos una respuesta personal?

¿Cuáles son los acontecimientos en nuestras vidas que nos abren los ojos a la pobreza espiritual? ¿Cuáles son los acontecimientos que nos enfrentan a los sufrimientos ante los que solemos estar ciegos?

Preguntas

• ¿Cuál podría ser mi experiencia personal de la pobreza espiritual de la experiencia de Folleville?
• ¿Cuál podría ser mi experiencia personal de la miseria de las personas olvidadas de Chatillon?
• ¿Quién me está ayudando a abrir los ojos para leer el significado de estos acontecimientos?