– ¿Estás preparado para asumir este tan sublime compromiso?
– Sí, conociendo el valor de la devoción a María, y el cariño con que nos trajo Su Medalla y nos llamó a Su servicio, queremos solemnemente CONSAGRARNOS a la Virgen de las Gracias, seguros que la protección especial que prometió a los que llevasen su medalla en el cuello, nos guiará hacia una autenticidad Cristiana, por la imitación de Sus virtudes dentro de la Juventud Mariana Vicenciana.
Querida JMV,
Es una gran alegría poder hablar un poquito sobre ese tema tan importante para nuestra Asociación. Mi nombre es Lorena Campolina y soy Presidenta de la Provincia de BH, participo del grupo de la PNSF en Contagem (MG) desde hace seis años. Me consagré el 23 de noviembre de 2013 y estoy enamorada de la JMV.
Comencé mi texto con esta presentación a propósito. Necesitamos revestirnos del espíritu de JMV y, para eso, necesitamos saber identificarnos como un Joven Mariano Vicenciano y hacerlo con alegría, para que llegue la asociación a otros jóvenes. ¡No tengan miedo de mostrar su felicidad!
En el día de hoy, en particular, hablaré sobre la consagración, el alma de nuestra Espiritualidad Mariana. Usted que es consagrado, ¿recuerda el día en que esto ocurrió? Más que eso, ¿recuerda cuál es el compromiso que firmó a los pies del altar? Para usted que aún no es un consagrado, ¿sabe cuáles son las características principales de la consagración, y qué la hace diferente de los demás? Como sugerencia aconsejo a todos los jóvenes a leer el libro «Conociendo a la Juventud Marina Vicenciana» escrito por nuestro querido Padre Mizaél Donizetti, CM.
Hay dos significados que, en mi opinión, definen muy bien la palabra CONSAGRACIÓN. La primera de ellas es «SAGRADO». Recordemos que la consagración es una elección. Nadie está obligado a hacerlo, aunque ya lleve más de dos años en la Asociación (tiempo mínimo determinado en los Estatutos Nacionales). Usted firmará un compromiso no sólo con JMV, sino con la Virgen y, sobre todo, con Dios. Y por eso es SAGRADO. Todas las elecciones generan consecuencias y compromisos, y la consagración no es diferente, ella exige «ACCIÓN», el segundo significado. «En esta situación María es nuestra guía y nuestra inspiración». A través de la obediencia de ella a Dios, su oración y servicio, aliados con su paciencia, humildad, pureza, fe y amor, supo cumplir profundamente con su SÍ, desde la Anunciación. En su visita a su prima Isabel, no pensó en sí misma sino en Isabel, que ya de edad avanzada necesitaba ayuda. Ella recorrió una considerable distancia, con 6 meses de gestación, y a pesar de no citar eso en la Biblia, me imagino a María ayudando a su prima a cocinar y limpiar la casa, sin recibir nada a cambio.
Colocarse a disposición y servicio, principalmente de los pobres, a través de Dios, debe ser la principal actividad de un miembro de la JMV, principalmente de un consagrado. Muchas veces, por desgracia, no sabemos cómo hacerlo, no sabemos dar el primer paso. Para ello, necesitamos salir de nosotros mismos y dejar que la Luz del Espíritu Santo nos imbuya, moldeándonos según los deseos de Dios y las virtudes de Nuestra Señora.
La consagración debe estar directamente ligada a nuestro proyecto personal de vida, ya que no podemos ejercerla sólo dentro del salón de reuniones de JMV, dentro de una acción social o en una celebración eucarística. La Consagración necesita estar enraizada en toda nuestra vida, y ésta ha de ser un verdadero testimonio del Reino de Dios.
Es necesario que siempre reflexionemos sobre cómo anda nuestro caminar en la Asociación. ¿Estamos desempeñando como deberíamos nuestras responsabilidades ante nuestra comunidad? ¿Buscamos vivir nuestro Carisma Vicenciano en plenitud?
La fórmula de la Consagración Mariana tiene cuatro palabras clave, de inmenso significado: Descubrirte, Seguirte, Amarte y Entregarme. María fue la primera que recibió a Jesús en su Corazón. A partir de ese momento, quiso conocerlo cada vez más. A través de su Sí, ella decidió seguirlo, y desde el primer momento ya le amó con todo su amor de Madre, pero también de Hija. Su vida fue totalmente de entrega y servicio al Reino de Dios. Que también podamos ser como María, nuestra Madre. Somos fruto de una solicitud suya a Catalina Labouré y, si estamos aquí hoy, fue porque hemos sido elegidos para desempeñar esa misión.
Que podamos ser jóvenes cada vez más comprometidos con nuestra Asociación, con los pobres y con el Reino de Dios y que tengamos siempre una sonrisa en la cara. Como dijo el Papa Francisco en la JMJ 2013: ¡ID, SIN MEDO, A SERVIR! Me gustaría terminar con dos versículos bíblicos que nos ayudan a reflexionar sobre nuestro llamado:
“Vosotros, sin embargo, sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido en propiedad, a fin de proclamar las maravillas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pe 2,9)
“Antes de formarte en el seno de tu madre, yo ya te conocía, antes de salir del vientre, te consagré (…)” (Jer 1,5)
A Jesus con María,
¡Ser, amar y construir!
Abrazos,
Lorena Campolina.
Presidenta Provincial
Provincia de BH
Fuente: http://jmvbrasil.org/
es increible y maravilloso leer lo valioso que es la consagracion, es momento de actuar y de tener presente siempre lo que elegimos realizar dentro de la asociacion
a jesus con maria!