Abolladuras y rasguños
No tenemos que mirar muy lejos para ver coches con abolladuras. Incluso podemos conducir un automóvil con algunas marcas y rasguños. Pero la realidad de las abolladuras y rasguños es mucho mayor cuando vamos a los aspectos personales. Personal en el sentido de seres humanos con mellas y rasguños. Miramos a nuestro alrededor y vemos a la mayoría de las personas llevar su propia cuota de mellas y rasguños. Si somos honestos, podemos ver muchas de nuestras propias mellas y rasguños, probablemente incluso más de las que nos gustaría admitir.
¿Podemos ir más allá de ellos en nosotros… y en los demás? ¿O nos quedamos atrapados en la superficie?
La invitación de Vicente
San Vicente de Paúl nos invita a mirar más allá de la superficie. La mayoría de los visitantes de este sitio están familiarizados con la imagen de la moneda con rasguños utilizada por Vicente.
«No debería juzgar a los campesinos pobres, sean hombres o mujeres, por su aspecto externo, ni por sus capacidades mentales aparentes. Y esto es difícil de hacer, ya que con mucha frecuencia apenas parecen tener la apariencia o la inteligencia de seres razonables, pues son groseros y ofensivos; pero dale la vuelta a la moneda, y verás a la luz de la fe que el Hijo de Dios, quien eligió ser pobre, se nos representa en estas personas» (Conferencia 19)
¡Las personas con cicatrices y rasguños nos revelan al Dios a quien esperamos! A mediados de sus 30 años, Vicente comenzó a mirar a las personas de una forma nueva. Sus ojos se abrieron cuando miró más profundo. Él comenzó a ver a Cristo en cada persona. Mirar de otra manera le cambió. Y «cambió la imagen de Francia», como nos lo han recordado los historiadores.
Adviento y mellas
Tener otra mirada es particularmente relevante durante el Adviento. Nos encaminamos hacia el nacimiento de Jesús.
María y José vieron algo que aún no era visible para el mundo. Vieron una vida esperando nacer. ¿Cuánto más vieron? Cuando José y María buscaron un lugar seguro para descansar, no había espacio para ellos en las posadas. Los posaderos no vieron quién estaban pidiendo su ayuda. ¿Hubieran actuado de forma diferente si supieran que esta pareja cambiaría la historia?
Jesús mismo advirtió contra los juicios prematuros. Piensa en la parábola de las malas hierbas y el trigo: Mateo 13,24-30. En la vida de cada uno de nosotros ha habido momentos en los que nos gustaría no ser juzgados. La mayoría de nosotros reconoce la verdad y la esperanza del «¡Ten paciencia conmigo!». Sospecho que nos gustaría pensar que vemos más allá de lo obvio. ¿Pero nosotros? Cuando miramos cicatrices y mellas, ¿realmente vemos el rostro de Cristo pidiéndonos comprensión y acompañamiento?
Una cosa más en este año de dar la «Bienvenida al forastero».
Las siguientes personas fueron todas «forasteros» en los Estados Unidos: Albert Einstein, Joseph Pulitzer, Steve Jobs, Ruppert Murdoch, Arnold Schwarzenegger, Irving Berlin, Andre Carnegie, Patrick Ewing… Podríamos seguir añadiendo nombres a esta lista. ¿Y si sus padres hubieran sido excluidos arbitrariamente de los Estados Unidos? Podemos encontrar listas similares para otros países.
Algunas preguntas para la reflexión
- ¿Veo más allá de la superficie de la gente qye pasa a mi lado, la realidad de mi hermano o hermana?
- ¿Veo más allá de las cicatrices y mellas de mi propia vida, la dignidad de ser amado por Dios?
- ¿Qué puedo hacer este Adviento para reducir pararme lo suficiente como para echar una segunda mirada a los demás… y a mí mismo?
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