Nos solidarizamos con todos los afectados durante el ataque terrorista en Barcelona, al igual que con todas las víctimas de la barbarie y la sinrazón. Nuestros corazones se unen a todas las personas y sus familiares afectados en este terrible ataque.
Desde la esperanza que nos da nuestra fe, oremos por todos los fallecidos y recemos por el pronto restablecimiento de los heridos. Que el Señor de la vida nos ayude a combatir el odio con amor, y nos capacite, con la intercesión de los santos y beatos vicencianos, para ser constructores de paz y erradiquemos toda maldad de la faz de la Tierra.
Dios todopoderoso y eterno,
de infinita misericordia y bondad,
con el corazón apesadumbrado, acudimos a Ti.
Escucha nuestra oración, ten misericordia de nosotros,
atiende las súplicas de quienes te invocan
en esta hora de tribulación y de prueba.
Te pedimos, Dios de la vida,
por las víctimas mortales del ataque terrorista.
Son hijos tuyos; son hermanos nuestros.
Nunca debían haber muerto en estas circunstancias.
Padre nuestro, acógelos en tu seno.
Atiende nuestra oración, Dios de la salud,
por los heridos de esta masacre.
Sana sus heridas, fortalece sus corazones,
llénalos de tu gracia y de tu paz.
Visita, Dios consolador, a los familiares de las víctimas.
Reviste con tu manto de misericordia y de amor
las llagas de su corazón y de su alma.
Te pedimos por la conversión
de los que odian y utilizan la violencia.
Príncipe de la Paz,
Señor Crucificado,
Jesucristo Resucitado,
compadécete de nosotros,
intercede por nosotros.
Amén.
¡Amén!
Y, sí, ojalá nos enseñe Dios a no devolver mal por mal o insulto por insulto, y a responder con una bendición, ya que nuestra vocación es la de heredar una bendición (1 Pe 3, 9). Quiera el Señor que cada uno de nosotros carguemos nuestra responsibilidad y dejemos ya de sembrar maldiciones, para no cosechar más divisiones destructivas y conflictos violentos.