En su estudio sobre la espiritualidad mariana y el carisma vicenciano, el investigador Corpus Delgado, C.M. ofrece muchas ideas. Algunas de ellas pueden resultar bastante sorprendentes.
Contexto
- La fiesta de la Asunción no estaba tan extendida como hoy.
- El tiempo de Vicente de Paúl se caracterizó por la reacción de los católicos a los reformadores. Por lo tanto, hubo múltiples y frecuentemente exageradas expresiones de devoción a la Virgen María.
Vincente
- En las más de ocho mil páginas de sus cartas y conferencias encontramos unas doscientas referencias a la Virgen. Vicente de Paúl habla de la Virgen tan solo de paso, y entonces de manera moderada.
- Vicente advirtió a los cohermanos sobre el sentimentalismo y los excesos en la expresión del amor a la Virgen María. Le dijo a Lambert: «Desentiéndase cuanto antes de esa joven [una de las «illuminatae» de Chinon] y aconséjela que no se entretenga en todas esas visiones que tiene… Ni nuestro Señor ni la santísima Virgen tenían esas visiones y se ajustaban a la vida ordinaria» (SV ES II, 82.).
- Sin embargo, Vicente propuso a María como un modelo: «Os tiene que servir el ejemplo de la santísima Virgen» (SV ES IX 97), porque «la santísima Virgen, mejor que ninguna otra persona, penetró en el sentido de las máximas evangélicas y las practicó» (SV ES XI, 428). En sus conferencias y en sus cartas se refirió a diversas cualidades de María que debían ser imitadas: su obediencia a la voluntad de Dios, su modestia y discreción, su impecabilidad, humildad, perfección y pobreza, su perseverancia y el hecho de que se refiriera a sí misma como la sierva del Señor, y que ella misma fue llamada llena de gracia.
- Vicente de Paúl fija su atención en tres acontecimientos, tres misterios, de la vida de María: la Inmaculada Concepción, la Anunciación, la Visitación. Estos tres misterios constituyen el punto de apoyo, la letra y el espíritu de los pasos fundamentales de su avance hacia Cristo y su vida con Dios. La contemplación que Vicente de Paúl hace de María se sitúa en el centro mismo de su universo espiritual: darse a Dios para servirlo en los pobres.
Luisa
- A diferencia de lo que ocurre con San Vicente, la presencia de María en la correspondencia y escritos de Santa Luisa es rica, abundante y, en ocasiones, hasta sistematizada.
- Es muy probable que Luisa no conociera a su madre… siempre miraba a María como su única madre.
- María, la única Madre de la Compañía. Luisa confió lo que más quería a la Santísima Virgen, su única Madre: a su propio hijo y a la Compañía de las Hijas de la Caridad. Quería que la Compañía fuera consagrada a María y que considerara a María como su única Madre.
La experiencia de la Familia Vicenciana desde la perspectiva de las apariciones a Santa Catalina Labouré
- Santa Catalina Labouré (1806-1876) y el mensaje de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa han influido decisivamente en la vida de todos los grupos de la Familia Vicenciana, y más concretamente ha influido en la orientación de su espiritualidad mariana.
- El P. Corpus señala que en el momento de las apariciones a Santa Catalina, los miembros de la Congregación de la Misión, así como la Compañía de las Hijas de la Caridad y las Cofradías de la Caridad están prácticamente dispersadas y desconfiguradas.
- La Medalla Milagrosa y la resultante espiritualidad mariana son decisivas a medida que intentamos entender el renacimiento de las fundaciones vicencianas.
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