Comenzamos el día con una Eucaristía con la comunidad del Centro Contigo, a continuación emprendemos camino hacia El Saladillo (Algeciras). Una vez allí nos dividimos en tres grupos y visitamos los CIEs de Tarifa y Algeciras, y el Proyecto Alma.
Ruta 1: CÍES
Cuando llegamos a la Isla que aloja este emplazamiento nos da la sensación de haber hecho un viaje por el tiempo y el espacio. Una antigua base militar acoge a 62 internos a los que “vigilan” entre 4 y 5 policías según el día. De las condiciones hay poco que decir, instalaciones de posguerra en las que malviven personas de diferentes nacionalidades. Su único entretenimiento son los talleres que organiza Cruz Roja y las salidas al patio en grupos de ocho- por miedo a una fuga masiva. En sitios así parece hasta fácil ser vicenciano y sentir que falta humanidad en cada esquina. No nos permiten hablar con ellos, pero suponemos que no contaban con esta cárcel al buscar una vida mejor, y nos vamos con la certeza de que ser y estar libre por el mundo depende mucho de donde hayas nacido.
Ruta 2: Proyecto Alma
Lugar santo donde los haya, es más que santo. Hospital de campaña, lugar de descanso, lugar de curar las heridas sufridas en el camino. En este proyecto solo hay mujeres, mujeres víctimas de trata que han sido engañadas y explotadas de todas las maneras. Allí, con mucho mimo y todo el respeto y dignidad, reparan sus heridas.
Por la tarde nos vamos a Almería, siguiente parada en esta peregrinación. El mar de plástico que nos recibe hace presagiar que mañana no nos quedaremos indiferentes.
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