María Rodríguez siempre quiso ser abogada. En la Universidad de St. John se especializó en sociología. También aprendió sobre la dedicación de san Vicente de Paúl en el servicio a los demás y así ella decidió usar su conocimiento legal para ayudar a los necesitados.
«La misión de la universidad de St. John de servir a los demás me inspiró a seguir una carrera en derecho de interés público», ella dijo. La Srta. Rodríguez se fijó en uno de los segmentos más marginados de la población: los niños inmigrantes. Después de ganar grado de Doctora en Derecho en la universidad de Connecticut, aceptó una posición de socia con The Equal Justice Works AmeriCorps Legal Fellowship Program, donde ella trabaja con Kids in Need of Defense (KIND) [Niños en necesidad de defensa].
Su trabajo consiste en entrevistar a niños, asistir a procedimientos de inmigración o de tribunal estatal, preparar solicitudes de inmigración y asesorar a abogados. «En última instancia», señaló, «mi trabajo es abogar por los niños, una población que a menudo no tiene voz».
Esta breve pero poderosa reflexión proviene de la Universidad de St. John.
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