¿Cómo se recibe el carisma de la Caridad, que estamos celebrando en este año del 400 aniversario?
La mayoría de la gente lo recibe «avivado como en una llama» a través de experiencias vitales. Isabel Ana Seton recibió este carisma en su bautismo anglicano. En una familia devota y valiente, aprendió cómo era este carisma. Su llama se avivó en ella por su familia.
Su educación en la caridad comenzó con su padre. El Dr. Richard Bayley (1744-1801) era una persona verdaderamente humanitaria. La medicina era la pasión de su vida, y las esposas e hijos de su dos matrimonios sufrían por ello, pero los enfermos y los pobres no. Nació en Fairfield, Connecticut, EE.UU., fue pionero en la detección del crup, la difteria y la fiebre amarilla, tres enfermedades letales de la época, y además un buen cirujano, después de estudiar con el Dr. William Hunter en Inglaterra. En 1790 ayudó a organizar el New York Dispensary para cuidar a los pobres de la ciudad. En 1792 se convirtió en el primer profesor de anatomía en King’s College, ahora Columbia University. En 1795 se convirtió en el primer Oficial de Salud del Puerto de Nueva York, con sede en la Isla de Bedloes hasta que construyó una nueva estación de cuarentena en Staten Island en 1799. La dedicación absoluta del Dr. Bayley a los enfermos es atestiguada por su hija Isabel, que escribe durante la terrible epidemia de la fiebre amarilla en 1798: «No he visto a mi padre durante toda una semana hasta la pasada noche; y luego me dijo que pasaba todo el tiempo en hospitales y en el lazareto». Y otra vez: «Mi padre reside enteramente en el Hospital Bellevue».
No sólo su padre, sino también otros influyeron. A veces, las historias familiares de «héroes» son lo que provocan la conexión carismática.
Isabel tenía otra ejemplo familiar de caridad en el que mirar atrás cuando ella fue lo suficientemente mayor para entender. Era su abuelo materno, el Rev. Richard Charlton, quien murió como rector de la Iglesia Episcopal de San Andrés, Staten Island, cuando Isabel tenía tres años. Había sido misionero en las Indias Occidentales de joven, y más tarde se unió a la Trinity Church en Nueva York como catequista de todos los afroamericanos de la ciudad, la mayoría de los cuales eran esclavos. Sin embargo, instruyó a sus conversos afroamericanos y blancos, uno al lado del otro, en la misma clase. Es posible que se las historias familiares que le habían contado lo que alentaran la inclinación temprana de Elizabeth hacia la piedad.
Ella aprendió bien las lecciones de la caridad, y el carisma creció en ella hasta hacerla una de las católicas (y vicencianas) más influyentes de la historia de los Estados Unidos: Santa Isabel Ana Bayley Seton, cuya fiesta celebramos el 4 de enero.
Puedes conocer mejor a esta santa visitando su biografía en nuestro sitio hermano Somos Vicencianos, donde también encontrarás algunas cartas de Isabel.
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