Después de una semana del horroroso atentado, seguimos orando por la paz y la convivencia fraterna en nuestro mundo.
La página web de la BBC tiene una entrevista con una de las Hijas de la Caridad que fueron testigos de la muerte de un sacerdote.
Los terroristas accedieron al templo durante la misa matutina en Saint-Etienne-du-Rouvray, una ciudad de clase trabajadora, cerca de Rouen, al noroeste de París, donde el párroco, el Padre Jacques Hamel, de 85 años de edad, presidía la celebración.
La hermana recuerda que pensó: «Bueno, esto es todo. ¡Se acabó!» Las hermanas se vieron muy afectadas y, obviamente, las Hijas de la Caridad piden oraciones.
En junio, el sacerdote había escrito a sus feligreses:
«En estos tiempos hay que mirar profundamente dentro de nosotros, para escuchar la invitación de Dios a cuidar de este mundo, para que sea, allá donde vivamos, un mundo más fraterno, más humano, más acogedor.»
Se cita también a un sacerdote compañero del fallecido, que recuerda las palabras del octogenario sacerdote: «¿Alguna vez ha visto usted a un sacerdote retirado? Yo trabajaré hasta mi último aliento».
Otros ha dicho de él:
«Era muy popular, un hombre bueno, sencillo y sin extravagancias. Nos beneficiamos enormemente de su experiencia y sabiduría en la parroquia de Saint-Etienne. Sirvió a las personas durante la mayor parte de su vida»
Sus feligreses lo elogian como un trabajador incansable.
Los líderes franceses y representantes de todas las religiones rezan en la catedral de Notre Dame.
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