Sor Teresa Kotturan (segunda a la derecha), representante ante la ONU de la Federación de Hermanas de la Caridad, asistió a las reuniones de París sobre el cambio climático, celebradas del 30 de noviembre al 12 de diciembre. Aquello de lo que fue testigo, vemos con gran alegría que ahora se firma en una ceremonia en las Naciones Unidas.
El viernes, 22 de abril, los líderes mundiales se reunieron en la ONU para firmar el acuerdo, un documento internacional spbre el cambio climático, negociado a finales de 2015 y acordado por 195 países.
175 países firmaron oficialmente el documento: esto ha establecido el récord de mayor número de países firmando un acuerdo internacional.
En una declaración dada a conocer antes de la ceremonia, más de 100 líderes religiosos, incluyendo religiosas, alabaron el acuerdo, diciendo que el cuidado de la tierra «es nuestra responsabilidad compartida».
Citando la encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente, Laudato Si’, y declaraciones de representantes Cristianos, Hindúes, Judíos, Musulmanes y Sij, los líderes religiosos dijeron que la humanidad «está en un punto de inflexión crucial. Nosotros, como comunidades de fe, reconocemos que hay que iniciar una transición de los combustibles fósiles contaminantes hacia fuentes de energía limpias y renovables».
El consenso sin precedente que resultó en la adopción del Acuerdo de París, acogido positivamente por las comunidades de fe a través del mundo, abrió un nuevo camino hacia una transformación de la economía mundial, baja en carbono y resiliente al clima. La colaboración global de todas las naciones es prueba que nuestros valores compartidos son mucho más extensos que cualquier diferencia que nos divide. Demuestra que el sentido de la responsabilidad global compartida por todas las naciones y la sociedad es más poderoso que la temeridad y la codicia de unos pocos.
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Para más información, consuta el artículo completo, escrito por Chris Herlinger en Global Sisters Report (en inglés).
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