El proyecto «Tejer mi vida, no tengo miedo», implementado en Burkina Faso, ayudó a 70 viudas cabezas de familia a desarrollar habilidades en tejido y gestión empresarial, logrando así su independencia económica. Además de mejorar su calidad de vida, la iniciativa fortaleció su autoestima y su papel económico dentro de la comunidad.
