Este estudio es el Trabajo Fin de Máster del programa «Máster en Vicencianismo«, de sor María Isabel Vergara Arnedillo, actual Visitadora de la Provincia España-Este de las Hijas de la Caridad. Por su extensión publicaremos semanalmente en cuatro entradas.
- Introducción: El texto introduce la sinodalidad como el camino que el Papa Francisco propone para la Iglesia, invitando a «caminar juntos» en comunión y participación. Reflexiona sobre cómo la sinodalidad debe ser la práctica habitual y cuestiona por qué esta forma no ha sido siempre predominante en la Iglesia.
- Primera parte, disponible a partir del 9 de octubre: La sinodalidad en la Iglesia: La sinodalidad es presentada como una dimensión esencial de la Iglesia, que implica caminar juntos en comunión y participación activa de todos los bautizados. Abarca actitudes, dinámicas relacionales y garantías jurídicas, promoviendo un modelo de Iglesia inclusiva que responde a los desafíos contemporáneos desde la unidad y diversidad.
- Segunda parte, disponible a partir del 16 de octubre: La dimensión sinodal en las tres primeras fundaciones vicencianas: San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, aunque no usaron el término «sinodalidad», vivieron sus principios. En las Cofradías de la Caridad, la Congregación de la Misión y la Compañía de las Hijas de la Caridad, se destaca la comunión, participación y misión como fundamentos organizativos y espirituales, anticipando la visión del Concilio Vaticano II.
- Tercera y última parte, disponible a partir del 23 de octubre: Retos actuales en la Familia Vicenciana para vivir sinodalmente: La Familia Vicenciana enfrenta el reto de vivir en sinodalidad, centrando su misión en los pobres y promoviendo una participación activa e igualitaria. Debe superar estructuras clericales y potenciar espacios de formación, reflexión y acción compartida, respondiendo así al llamado del Espíritu a ser una Iglesia de comunión y cercanía.
Introducción
“La sinodalidad no es el capítulo de un tratado de eclesiología, y menos aún una moda, un eslogan o el nuevo término a utilizar o manipular en nuestras reuniones. ¡No! La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión.”[1]
Desde que comenzó su pontificado, el Papa Francisco está llevando a cabo la renovación de la Iglesia para devolverla a su ser esencial. Por eso ha puesto en marcha una serie de mecanismos que pretenden llevarla a ser más evangélica, más cercana al mundo de hoy, más samaritana, más sinodal.
Una de las iniciativas que comenzó el mes de octubre de 2021 fue el “Sínodo sobre la Sinodalidad”. El Papa quiere que todos los que formamos la Iglesia nos introduzcamos en este proceso espiritual que nos lleve a una práctica eclesial en la que “caminamos juntos”, abiertos al Espíritu, a la escucha de Dios, de nosotros mismos, del mundo en el que vivimos y así podamos generar procesos de participación que refuercen la comunión eclesial y todo con miras a continuar la misión de Jesús: el Reino de Dios.
El comienzo del Sínodo coincidió con el comienzo del Máster en Vicencianismo. Al escuchar al Papa Francisco decir que la sinodalidad “expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión…”, me hizo pensar en la importancia de reflexionar y llevar a la vida lo que somos, lo que estamos llamados a ser. Y también me llevó a preguntarme por qué esta manera de ser de la Iglesia no ha sido en los años anteriores ni es hoy la práctica habitual, no es lo que más se ve, no es lo que más perciben desde fuera de la Iglesia los que no lo son.
Al tener que concretar el trabajo a realizar para el “Practicum II”, quise elegir este tema, por la importancia que tiene en el momento actual eclesial que vivimos, y porque me surgió la curiosidad de profundizar en el carisma vicenciano desde esta perspectiva. Me surgieron muchas preguntas: si todos en la Iglesia estamos llamados a vivir en esta clave sinodal, también los vicencianos, pero ¿este estilo formaba parte de la intuición primera que tuvieron nuestros Fundadores al dejarse conducir por el Espíritu?. La manera de proceder de ellos, ¿puede entenderse como una forma de vivir la sinodalidad?. A pesar de la distancia en el tiempo y en la mentalidad, ¿pueden considerarse algunas intuiciones de los Fundadores como expresiones de la sinodalidad? En fin, ¿podemos descubrir planteamientos sinodales en las fundaciones vicencianas?
Para ello me puse manos a la obra, estudiando el tema, repasando los temas de Eclesiología vistos en el transcurso del máster. He consultado revistas, libros, los materiales ofrecidos por la Iglesia para la celebración del Sínodo, además de los discursos y mensajes del Papa Francisco. También he repasado los temas vistos en el máster sobre los orígenes de las fundaciones Vicencianas y otras asignaturas en las que hemos profundizado en la experiencia que vivieron San Vicente y Santa Luisa.
El presente trabajo va a consistir en primer lugar en profundizar sobre lo que es la Sinodalidad en la Iglesia. Lo enmarcaremos en lo que supone la Comunión eclesial desde los orígenes y destacaremos que en el siglo XX, el Concilio Vaticano II recuperó esta manera de entenderse la Iglesia que se había ido perdiendo con el paso de los años. Continuaremos la reflexión sobre lo que supone la Sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia actual y la importancia que para ello está teniendo la celebración del Sínodo sobre la Sinodalidad.
Posteriormente intentaremos descubrir las claves de comunión, participación y misión en cada una de las primeras fundaciones Vicencianas y ahondaremos en la perspectiva sinodal para mostrar, en sus documentos más recientes, cómo quieren hacer vida estas claves.
Finalmente, intentaremos descubrir algunos de los desafíos que a los vicencianos se nos plantean hoy para vivir nuestro carisma en clave de sinodalidad.
Sor Mª Isabel Vergara Arnedillo, H.C.
Notas:
[1] PAPA FRANCISCO, Roma, 18 de noviembre de 2021
Pincha en la siguiente imagen para acceder a toda la información sobre la Segunda Convocatoria de la Familia Vicenciana, del 14 al 17 de noviembre de 2024 en Roma, Italia:
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