Desde fuera, la casa Dax es encantadora: una preciosa casita victoriana con porche, situada a sólo quince minutos de dos importantes universidades de Los Ángeles. Al entrar, me sorprende lo acogedora que resulta. En la mesa del comedor hay un ramo de flores. Las paredes están decoradas con obras de arte pintadas por clientes del Centro de Día Depaul de Los Ángeles. Todas las habitaciones son espaciosas y están decoradas con gusto. En la cocina, sartenes, platos y utensilios llenan los cajones y armarios.

La casa es la primera residencia de Depaul USA USA en Los Ángeles dentro del Programa Dax, que proporciona alojamiento a estudiantes que experimentan o corren el riesgo de quedarse sin hogar. En respuesta a este problema cada vez mayor en Estados Unidos, la casa Dax acogerá a estudiantes del LA Trade Tech Community College, donde se calcula que hay unos 3.500 estudiantes con viviendas precarias, y a estudiantes de la Universidad del Sur de California.

Durante un largo viaje por Estados Unidos, visité Los Ángeles para participar en la inauguración oficial de la residencia Dax. En la inauguración me acompañaron funcionarios del gobierno local y de la universidad comunitaria, como Eunisses Hernández, concejala de Los Ángeles, y un representante de Holly Mitchell, supervisora del condado de Los Ángeles. Todos hablaron apasionadamente de la necesidad crítica de soluciones como el Programa Dax en LA, donde escasean las viviendas asequibles.

Es asombroso ver cómo Depaul USA responde tan rápidamente a esta necesidad local: la casa Dax se inauguró sólo seis meses después de que se pidiera a Depaul USA que se hiciera cargo del proyecto. Al visitar la casa, los puntos fuertes del programa de Dax son evidentes. La casa no forma parte de un proyecto de viviendas en serie sin rostro. Más bien, como he visto en otras propiedades Dax, la casa tiene toques personales que la hacen única. Es un lugar donde cada residente puede sentirse como en casa, donde puede prosperar y formar parte de una comunidad familiar.

Para contribuir a ello, los residentes de la casa Dax recibirán estipendios, apoyo en salud mental, oportunidades de desarrollo de liderazgo y acceso a talleres sobre presupuestos y habilidades para la vida. También se ha nombrado a un estudiante director de la casa, que estará disponible para prestar apoyo y ayudar a los residentes a unirse como una familia. Reconociendo que cada persona tiene un talento único, el gestor de la casa ayudará a las personas a trabajar juntas para prosperar y apoyarse mutuamente durante su estancia en la casa de Dax.

Celebrar de este modo el potencial de cada persona forma parte de los valores de Depaul. Es un sentimiento del que se hacen eco los proyectos de Depaul en todo el mundo, que proporcionan apoyo especializado a personas en situaciones únicas y difíciles. En sus palabras inaugurales, el representante del condado de Los Ángeles dijo que se había sentido abrumado por la casa de Dax, profundamente impresionado por los valores de Depaul USA y su compromiso con las personas sin hogar.

En Depaul, nuestra misión es sencilla: acabar con el sinhogarismo y cambiar la vida de quienes se ven afectados por él. Los valores que sustentan esta misión sitúan a las personas en el centro de lo que hacemos. Durante mi viaje, pude comprobar una y otra vez este enfoque centrado en la persona. Mientras visitaba el programa de Depaul en Leavenworth, Kansas, hablé con una joven madre soltera de dos hijos, a la que Depaul había ayudado a encontrar una casa. Si hubiera solicitado ayuda por las vías habituales, la habrían dejado tirada. En cambio, ahora tiene una casa preciosa, que le ha dado la seguridad que necesitaba para empezar a trabajar. Me habló de su nuevo trabajo en el Centro de Conferencias de la Hermana de la Caridad Marillac, que le hacía mucha ilusión.

Viajando por Estados Unidos, está claro que la falta de vivienda es un problema enorme. Sin embargo, no es un problema exclusivo de Estados Unidos: el creciente problema de los sin techo se repite a escala mundial. A veces, el trabajo de Depaul puede parecer una gota en un océano inmenso y tormentoso. Pero este viaje me recuerda lo importante que es nuestro trabajo, no sólo para la madre de Leavenworth y los estudiantes de Los Ángeles, sino para todos los que apoyamos en todo el mundo.

Reflexionando sobre mi viaje, me acuerdo de Extrat, el primer residente del proyecto Holy Innocents de Dax en Chicago, que se inauguró pocos días antes de que yo llegara a Estados Unidos. En la inauguración, Extrat habló de lo que significaba para él su nuevo hogar: «Empecé a tener una vida normal porque tengo un lugar donde puedo vivir, puedo estudiar y puedo trabajar en mis objetivos».

Las palabras de Extrat me recuerdan el gran potencial que puede tener un hogar. Para Extrat, para los nuevos residentes de la casa de Dax de Los Angeles, para la madre de Leavenworth y para tantos otros en todo el mundo, un hogar es mucho más que ladrillos y cemento. Un hogar es un lugar donde las personas pueden avanzar hacia un futuro nuevo e independiente. Un lugar de seguridad, un lugar de comunidad, un lugar para estar con los amigos y la familia. Un lugar donde cada persona puede desarrollar todo su potencial.

Matthew Carter OBE, Director General del Grupo Depaul International
Fuente: https://int.depaulcharity.org/news/how-depaul-usas-housing-projects-unlock-the-potential-in-all-people/