En este vídeo, sor Jean Rhoads, HC, directora de vocaciones de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Filadelfia (Pensilvania, Estados Unidos), habla de la aparición de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos, y reflexiona sobre cómo podemos seguir el ejemplo de la Virgen durante la Cuaresma.
El video está en inglés; se ofrece la traducción al español después del mismo.
Traducción:
Me gustaría hablar hoy, brevemente, sobre una hermosa aparición de Nuestra Señora a una mujer en Philippsdorf (situada hoy cerca de la frontera norte de la República Checa). Es una hermosa aparición a esta joven mujer de 31 años, llamada Magdalen Kade. Magdalen sufría graves enfermedades, estuvo postrada en cama durante un tiempo, y una tarde, el 13 de enero de 1866, reposaba en la cama, sin apenas poder hablar, una muy buena amiga sentada a su lado. Podríamos suponer que pudiera estar incluso en fase terminal de su enfermedad. Mientras estaba concentrada en esta hermosa imagen de Nuestra Señora de los Dolores, al cabo de unas horas le dijo repentinamente a su amiga: «¡Dios mío, mira qué brillo, mira qué belleza!». Y su amiga miraba, pero no veía nada. Y súbitamente Magdalen vio a la Virgen moverse y mover los labios y oyó: «Hija mía, ahora estás curada». Imagínate, curación inmediata sólo con unas palabras.
Lo que me pareció tan especial de esta aparición en particular, sobre todo ahora que celebramos la Cuaresma y recorremos estas seis semanas de preparación para la Pascua, es pensar en Magdalen tumbada en su cama, sin poder hacer nada. Totalmente débil, totalmente consciente de lo enferma que está. Pienso, creo, que todos nosotros en nuestras vidas necesitamos algo de sanación. ¿No es así? Todos sabemos cuánto necesitamos esa curación interior, o lo que se necesita en nuestras vidas. Así que creo que el tiempo de Cuaresma es para nosotros para retirar las capas y reconocer, sí, cómo estamos en necesidad de curación, qué es lo que tenemos que pedir, no sólo la Virgen, también a su Hijo, para ser sanados.
Y así, ¡qué sería si cada uno de nosotros pudiera oír en su corazón: «Hija mía, estás curada»! Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos está disponible. Todo lo que tenemos que hacer es pedir. Estos son los mensajes que espero que podáis vivir, escuchar y experimentar durante este tiempo de Cuaresma. Amén.
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