Me planteo si es posible decir algo realmente novedoso sobre el cambio climático. Ya hay mucho material disponible sobre el tema, que analiza la cuestión desde todos los ángulos. A estas alturas, todo el mundo debería haber oído hablar del desastre que espera a la humanidad si no se toman medidas drásticas pronto. Y muchos otros, especialmente los habitantes de las islas, lo saben por experiencia propia.
La reciente COP27 (Conferencia de las Partes sobre el Clima, sesión 27) sobre acción climática se considera ampliamente como otra oportunidad perdida, en gran parte debido a la presencia activa de 600 representantes del sector de petróleo, y sorprendente y reveladoramente, algunos incluso como parte de varias delegaciones oficiales de las naciones. Entonces, para muchos activistas climáticos, otra esperanza se desvaneció, aunque se lograron algunos avances en el establecimiento de un Fondo de Pérdidas y Daños (más sobre esto a continuación).
Tal vez deberíamos meditar a menudo sobre Laudato Si para refinar la esperanza.
Mi generación dejo caer la pelota sobre el cambio climático, sin duda. Pero soy algo optimista sobre la acción climática significativa DEBIDO A LOS JOVENES, que están respondiendo en números cada vez mayores y con creatividad, en la COP y más allá.
Permítanme dar un ejemplo de la Familia Vicenciana. El dos de Diciembre en la Universidad de Niagara, tuve el privilegio de co-patrocinar (la Oficina ONG de la Congregación de la Misión ante las Naciones Unidas) con Justice House*/Niagara, y participar en una simulación, dirigida por estudiantes, de un evento de la ONU sobre acción climática. Creado por un “Fulbright Scholar,” estudiante en Niagara, el evento de todo un día fue ordenado, sobrio y tan realista come podría ser una simulación. Aparte de un retoque aquí o allá, los profesores presentes no tuvieron que intervenir para dirigir el evento.
No hubiera creído que se puede tener 40 estudiantes universitarios en una sala, con un comportamiento totalmente disciplinado, de 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Sin embargo, allí estuvimos en una sala visualmente impactante con banderas de todas las naciones, mesas de conferencias, 8 páginas de instrucciones, comentarios y propuestas investigadas y escritas por los estudiantes, quienes luego desempeñaron el papel de embajadores de las diferentes naciones.
Siguió el debate y el procedimiento parlamentario, que finalizó con propuestas bien articuladas sobre la creación de un Fondo de Perdidas y Daños mediante el cual las naciones ricas, también conocidas como las más culpables del daño climático, proporcionan recursos a las naciones pobres, también conocidas como las que contaminen menos pero sufren más – con una cantidad razonable de sugerencias sobre recursos financieras para que esto suceda.
El evento incluyó una breve presentación y preguntas y respuestas sobre COP27 con Lisa Kurbiel (graduada de Niagara y St. Johns), Directora del Fondo Conjunto para los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030 de la Naciones Unidas para la Paz y la Prosperidad, para las Personas y el Planeta.
¿Qué resulta? Para mí, mayor optimismo sobre la acción climática. Los jóvenes entienden la importancia y tratan de hacer algo al respecto. Este evento tuvo un alcance limitado a la universidad (y a los que lo siguieron en línea), pero fue emblemático de lo que estudiantes y jóvenes en general están haciendo a nivel mundial para promover los Derechos de la Naturaleza y fomentar acción climática significativa y critica.
Personalmente, el evento también me dio otra razón para estar orgulloso de nuestras Universidades Vicentinas.
¿Conclusión? Aumentemos nuestro apoyo a los jóvenes. En nuestros ministerios escuchémoslos y confiemos en ellos. Facilitemos su participación en los problemas sociales de nuestro tiempo y acojamos su natural entusiasmo.
Hacen las cosas de manera diferente, se comunican a su manera. Pero pueden proporcionar esa explosión de energía e ideas nuevas que muchas organizaciones e instituciones, incluida la propia Naciones Unidas, ciertamente pueden beneficiarse.
Jim Claffey
Representante de ONG de la Congregación de la Misión ante las Naciones Unidas
* Justice House @ la Universidad de Niagara es un proyecto nuevo y esperanzador para crear una comunidad de aprendizaje centrada en la búsqueda de la justicia, que ofrece programas e iniciativas innovadoras para ayudar a los estudiantes a examinar el significado de la justicia e inspirarlos a seguir sus propias vocaciones como defensores de la justicia.
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