San Vicente fue un hombre de carácter firme, convencido, que se atrevió a desafiar tanto a las primeras Damas de la Caridad como a las Hijas de la Caridad y a los Misioneros. (…) Durante los últimos años de san Vicente, encontramos en él el modelo de una persona que conservó, hasta el final, el entusiasmo, la juventud de corazón, las convicciones fuertes, el espíritu de rebeldía ante la injusticia.(…) Verdaderamente, san Vicente con toda su bondad y ardor nos muestra el camino. No se pone por delante, sino que nos conduce hacia Cristo y nos empuja a ser coherentes, comprometidas en nombre del Evangelio. (…) La locura a la que nos invita san Vicente es, en efecto, la del exceso de amor en nuestra entrega a Dios. Un exceso que nos impulsa a ir cada vez más hacia los más necesitados. (…) San Vicente sigue vivo hoy por todas partes, en y a través de los miembros de la Familia Vicenciana. ¡Gracias, san Vicente!
Carta de la Superiora General a las Hijas de la Caridad, 27 de septiembre de 2021.
Fuente: https://www.filles-de-la-charite.org/
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