El 28 de julio de 2022, la asamblea general de la ONU reconoció mediante una resolución el derecho al agua y al saneamiento. En ella se afirmaba que el agua potable y el saneamiento «son esenciales para la realización de todos los derechos humanos».

Todas las personas del planeta tienen derecho a vivir en un entorno limpio y saludable, declaró la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en una resolución histórica. El cambio climático y la degradación del medio ambiente son las amenazas más graves que se ciernen sobre la humanidad en el futuro, subrayó la resolución.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo en un comunicado:

«La resolución ayudará a reducir las injusticias medioambientales, a cerrar las brechas de protección y a empoderar a las personas, especialmente a las que se encuentran en situaciones vulnerables, como los defensores de los derechos humanos medioambientales, los niños, los jóvenes, las mujeres y los pueblos indígenas».

«Toda persona, en cualquier lugar, tiene derecho a comer, respirar y beber sin envenenar su cuerpo», dijo la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

En respuesta a esto, los gobiernos de todo el mundo han cambiado sus leyes y reglamentos relacionados con el agua y el saneamiento.

Así, el derecho a un medio ambiente sano es uno de los requisitos esenciales para llevar una vida digna. La gente tiene que exigir a sus gobiernos que rindan cuentas para conseguir que se cumplan estos derechos.

La declaración adoptada por más de 160 países miembros de la ONU, incluida India, no es jurídicamente vinculante. Pero animará a los países a incorporar el derecho a un medio ambiente sano.

La declaración arroja luz sobre casi todos los derechos relacionados con la salud de nuestro medio ambiente.

«Este derecho no estaba incluido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Por lo tanto, se trata de una resolución histórica que cambiará la naturaleza misma del derecho internacional de los derechos humanos», dijo David Boyd, relator especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente.

Hace unos 50 años, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente celebrada en Estocolmo concluyó con una resolución que situaba las cuestiones medioambientales en la vanguardia mundial.

En la actualidad, más de 176 países han adoptado leyes marco sobre el medio ambiente basándose en ella.

Es un mensaje dirigido a mil millones de niños que corren un riesgo extremadamente alto de sufrir los efectos de un cambio climático: un medio ambiente sano es su derecho. Nadie puede arrebatarles la naturaleza, el aire y el agua limpios, ni un clima estable.

«Esto tiene el potencial de cambiar la vida en un mundo en el que la crisis ambiental global causa más de nueve millones de muertes prematuras cada año», dijo Boyd. Provocará cambios constitucionales y leyes medioambientales más fuertes, con implicaciones positivas para la calidad del aire, el agua limpia, la salud del suelo, los alimentos producidos de forma sostenible, la energía verde, el cambio climático, la biodiversidad y el uso de sustancias tóxicas.