Esta más que centenaria Hija de la Caridad se llama Sor André, aunque su nombre de pila es Lucile Randon. Nació en 1904 en Alès, Francia, en el seno de una familia protestante. Sin embargo, se convirtió al catolicismo a los 19 años. Ingresó en la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en 1940, con 40 años. Desde el año 2009, vive en la residencia de ancianos Santa Catalina Labouré, de Toulon (Francia). Casi toda su vida de Hija de la Caridad la ha dedicado al cuidado de los niños.
El pasado 11 de febrero, cumplió los 118 años. Un mes antes, dio positivo en Covid-19, junto con otros 80 ancianos y ancianas de la Residencia, pero lo superó totalmente.
Cuando se le pregunta por la receta de su longevidad, responde con una sonrisa: la oración y una taza de chocolate bien caliente cada día. Sor André se encuentra bien de forma general, aunque ha perdido la visión y tiene que moverse en silla de ruedas.
Celestino Fernández, C. M.
Fuente: http://misionerospaules.org/
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