Hace poco menos de un año se publicó en Francia un cómic dedicado al misionero paúl Pedro Opeka y a la excepcional obra que ha impulsado en Madagascar desde hace 25 años. El 1 de abril de 2022, este comic ha recibido el reconocimiento de un presigioso jurado europeo.
Todas nuestras fuerzas y talentos los recibimos del cielo. Debemos compartirlos con alegría con todos nuestros hermanos y hermanas sin distinción, pero prioritariamente con los más pobres de nuestra tierra. Esto dijo el padre Pedro Opeka, un miembro de la Congregación de la Misión originario de Argentina, cuando llegó como misionero a Madagascar, uno de los tres países más pobres del mundo, y en 25 años logró construir una ciudad de 25.000 habitantes con escuelas, colegios, una universidad, hospitales y complejos deportivos en un lugar al aire libre… A base de trabajo y persistencia ha rescatado a miles de personas de condiciones extremas y ha diseñado una sociedad basada en el esfuerzo de todos en beneficio de la colectividad. Nominado por séptima vez en 2021 al Premio Nobel, este comic es la increíble historia de un hombre que podría haber sido un chico revoltoso o un futbolista profesional, y que en cambio dedica su vida a construir para los más desfavorecidos. El Papa, del que fue alumno del seminario, le visitó en octubre de 2019.
Un testimonio poderoso, lleno de anécdotas sobre un hombre excepcional.
El cómic «Akamasoa, Père Pedro, l’humanité par l’action» [Akamasoa, Padre Pedro, la humanidad a través de la acción], publicado en Francia por Editions des Bulles dans l’Océan recibió el premio «Coup de Coeur» del Jurado Europeo del Centro Religioso de Información y Análisis del Cómic (CRIABD). Con esta distinción, que homenajea al sacerdote de la Congregación de la Misión, el padre Pedro Opeka CM, y a su obra desde 1989 en Madagascar, el jurado ha valorado el impacto del cómic, especialmente entre los jóvenes, ya que esta obra «cuenta su vida, su valor y su determinación». Es una oda a la humanidad vivida en la acción y la generosidad. El relato es la historia de una vida ejemplar, de fe, valor y amor por los menos afortunados. El libro es apasionante y nos lleva, de forma dinámica, al corazón de la acción. Da vida a la lucha diaria por sacar a relucir la humanidad que todos llevamos dentro. Además, los miembros y especialistas del CRIABD juzgaron el magnífico trabajo del dibujante Raffaly y del guionista Franco Clerc, ambos de origen malgache, que «han construido el guión de forma agradable, aportando dibujos de calidad, suficientes, grandes y claros, que no sólo expresan las situaciones del momento, sino que transforman esta edición en una composición estimulante y colorista».
También fue premiado el álbum «Jeanne d’Arc, de Domrémy au Bûcher» (Éditions petit à petit). Ambos premios se entregarán el próximo mes de octubre en el Hôtel de Ville de Bruselas, un prestigioso y bello edificio de estilo gótico medieval, situado en la Grand Place de esta ciudad belga.
Por otra parte, el padre Opeka, autores e ilustradores de cómics malgaches estuvieron en la presentación de «Akamasoa, Père Pedro, l’humanité par l’action», que se celebró en el Instituto Francés de Madagascar. Allí, el sacerdote argentino, narrador y protagonista del cómic, dijo:
Akamasoa es sobre todo para los niños. Hay 17.300 niños y jóvenes estudiando en Akamasoa, arracados de la calle, arracandos del vertedero. Para mí fue una excelente idea contar la historia de Akamasoa a los niños que nacieron allí, que no han visto el sufrimiento, el dolor, las tragedias que vivieron sus padres. Nuestra historia es una lucha diaria. Es una lucha cuerpo a cuerpo con la pobreza extrema. No se puede confiar en la ostentación, sino en la máxima sencillez. Este cómic nació —y creo que puede inspirar a otros, porque lo bonito es que se conozca— para que esta obra se pueda repetir en otros lugares. Los iniciadores del proyecto esperan hacer más accesible este cómic traduciéndolo al malgache para el público de Madagascar.
Fuente: Facebook de Ana Soberon
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