Convergencia y compromiso en materia de explotación y abuso sexual infantil

Por Nuala Kenny OC, MD | Canadá

Las diócesis católicas de todo el mundo acogerán el próximo domingo las celebraciones locales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Y en su mensaje para la JMJ de este año, el papa Francisco reflexiona sobre las dificultades, los retos y los peligros que el cierre por el coronavirus provocó en muchos niños y jóvenes.

«Se encontraron en situaciones difíciles, que no estaban acostumbrados a gestionar. Quienes estaban menos preparados y privados de apoyo se sintieron desorientados —dice el papa Francisco—. En muchos casos surgieron problemas familiares, así como desocupación, depresión, soledad y dependencias. Sin hablar del estrés acumulado, de las tensiones y explosiones de rabia, y del aumento de la violencia».

Hay un tipo de violencia especialmente dañino. Se trata de la explotación sexual y el abuso infantil (ESAI). Afortunadamente, existe un nuevo y poderoso reconocimiento mundial de que la ESAI es una grave violación de los derechos humanos y un importante problema de salud pública. Estas violaciones de los inocentes, de larga data y de alcance mundial, se vieron agravadas por la cuarentena y el aislamiento de la pandemia de la Covid-19. El consejo de «refugiarse en casa» para protegerse del virus asumía que había un hogar, y que era seguro.

La pérdida de la rutina y de los rituales de identidad y seguridad, el estrés de los padres por el empleo y la inseguridad alimentaria y el cambio de la epidemiología de riesgo para los niños y los jóvenes fueron graves. En realidad, esto se tradujo en más violencia para muchos porque las víctimas estaban confinadas con padres estresados.

Iniciativas globales

La incidencia de la ESAI es asombrosa.

La Organización Mundial de la Salud informa de que 120 millones de niñas y jóvenes menores de 20 años sufren alguna forma de contacto físico forzado. Una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres afirman haber sufrido abusos sexuales antes de los 18 años. La mayoría nunca denuncia los abusos debido a la vergüenza y el sentimiento de culpa de las víctimas.

Ahora, justo antes del mensaje del papa a los jóvenes afectados por los múltiples traumas de la pandemia, se produce una convergencia global de compromiso de la Colaboración Global, apoyada por las Naciones Unidas, y el Día Mundial de Oración y Acción por los Niños. El objetivo es proporcionar atención y sanación a las víctimas, políticas y prácticas de justicia restaurativa, y garantizar la protección y la prevención a largo plazo. Utilizan el poder de los medios de comunicación social y de las víctimas célebres para llamar la atención sobre el derecho de todos los niños a crecer libres de toda forma de abuso, negligencia y explotación.

Esta convergencia surge de la comprensión de la magnitud y la duración de los daños de la ESAI. El abuso sexual de menores en hogares y lugares seguros por parte de adultos de confianza es un problema social importante. Las consecuencias profundamente perjudiciales del abuso sexual en la infancia y la adolescencia por parte de una persona de confianza incluyen daños físicos, emocionales y espirituales. El abuso sexual en esta época crucial del desarrollo humano provoca dificultades en el concepto de sí mismo, en la confianza y las expectativas de los demás, y en el funcionamiento cognitivo, lo que puede provocar cambios drásticos en el rendimiento escolar.

Día Internacional para la Prevención de la ESAI

La sensación de autoviolación de las víctimas puede ser tan grande que se disocian. Pueden ser erráticos, desde la dependencia hasta la rabia y la ira, y pueden tener un comportamiento autodestructivo, incluido el suicidio. Si los niños y los jóvenes pueden hablar de sus abusos, el asesoramiento cercano al momento del abuso puede ayudar significativamente. Para la mayoría de las víctimas, hay un largo lapso de tiempo desde la experiencia del abuso en la infancia hasta su revelación. Estas víctimas rotas tienen sentimientos de culpa y vergüenza y una imagen negativa de sí mismas; confusión sobre las normas sexuales, los estándares y la identidad; profundas dificultades con la confianza y las relaciones; un sentimiento de impotencia que interfiere con la educación y el empleo; depresión, ansiedad y rabia; tendencias suicidas; y un pequeño riesgo de convertirse ellos mismos en abusadores.

El asesoramiento psicológico es un componente esencial del tratamiento. El 18 de noviembre de 2021 ha sido declarado Día Internacional para la Prevención, Sanación y Justicia de la Explotación y el Abuso Sexual Infantil. Está patrocinado por Global Collaborative, una red de ONGs, instituciones religiosas, redes de supervivientes y gobiernos para la prevención de los abusos, la curación y la justicia, dirigida por supervivientes. El día internacional pretende promover la concienciación pública y la necesidad de actuar. Sus objetivos son reducir el estigma asociado a los abusos sexuales a menores y la culpabilización de las víctimas; promover servicios sociales basados en pruebas y la prevención; proporcionar a los supervivientes servicios y apoyo; garantizar el acceso a una justicia restaurativa justa; y promover la resiliencia frente a los abusos sexuales a menores.

Día Mundial de Oración y Acción por la Infancia

De acuerdo con la Iniciativa Global, el 19 de noviembre ha sido declarado Día Mundial de Oración y Acción por los Niños.

Este proyecto —patrocinado por Arigatou International y un grupo de organizaciones religiosas— se centra en rezar por la salud mental de los niños y su bienestar emocional y espiritual. Sea o no intencionado, este proyecto de oración subraya que las iniciativas formales para eliminar la ESAI son importantes, pero necesitan la conversión de la mente y el corazón para ser eficaces.

En su mensaje de la Jornada Mundial de la Juventud, el papa reconoce el impacto particular de la pandemia en los jóvenes. Reconoce que han perdido la escuela, los deportes, las celebraciones religiosas y culturales, los rituales ordinarios de identidad y seguridad. Ve a algunos jóvenes haciendo cosas valientes y generosas, y señala especialmente que un número creciente de ellos se está comprometiendo a abordar la crisis medioambiental.

El papa se enfrenta con honestidad a la ira y la violencia que demuestran otros jóvenes en fiestas y eventos deportivos sin máscaras ni distanciamiento social, con un comportamiento temerario para ellos mismos y para los demás. Los desafía. «¡Levántate!», dice Francisco. «el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tienen ustedes». A continuación, utiliza la historia de la conversión de san Pablo para mostrar cómo su certeza en «tener razón» y perseguir a los cristianos le llenó de ira. En su conversión, Pablo se ciega y sus certezas se tambalean. Sólo en la humildad encuentra a Cristo.

La pandemia ha sacudido muchas de nuestras certezas; ¿podemos ahora ver de nuevo? Si el viejo proverbio es cierto y «criar a un niñor es trabajo de todo un pueblo», hemos aprendido que se necesita la aldea global para proteger a todos los niños y promover la resiliencia en la inevitabilidad de la adversidad. La epigenética nos enseña que el trauma entra en nuestro ADN biológico y psíquico. No podríamos volver a ser como antes, aunque lo deseáramos. ¿Es esta conversión del compromiso la obra del Espíritu Santo? ¿Podrían los múltiples traumas de la pandemia capacitarnos realmente para erradicar el abuso, la negligencia y la explotación de niños y jóvenes?

Nuala Kenny es una Hermana de la Caridad en Halifax, Nueva Escocia, y pediatra. Oficial de la Orden de Canadá desde 1999, ha publicado varios libros, entre ellos Healing the Church (Novalis, 2012) y Rediscovering the Art of Dying (2017). Es coautora de Still Unhealed: Treating the Pathology in the Clergy Sexual Abuse Crisis (Novalis y Twenty-Third Publications, 2019).Acaba de publicar, A Post-Pandemic Church: Posibilidades proféticas (Novalis and Twenty-Third Publications, 2021).

Fuente: La-croix.com