Las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel, reunidas en su Asamblea General de 2019, reflexionaron en oración sobre la naturaleza persistente y generalizada de la falta de vivienda que experimentan las personas a nivel local, en nuestra nación y en todo el mundo. Se nos desafió a tomar medidas que pusieran de relieve esta crisis, a comprometernos a estar informadas y formadas sobre las causas, a colaborar en los esfuerzos de defensa con otros grupos y organizaciones y a abordar esta cuestión con los funcionarios públicos en todos los niveles de gobierno.
Se creó un Comité de trabajo sobre las personas que experimentan la falta de hogar, que durante el último año ha llevado a cabo acciones de educación, colaboración y abogacía. Me complace compartir con ustedes la declaración adjunta (abajo) preparada por el Comité ad hoc, «UNA LLAMADA: DE LA FALTA DE HOGAR A VIVIR CON ESPERANZA». Esta declaración obtuvo el asentimiento y el compromiso de los miembros de las Hermanas de la Caridad en una serie de reuniones de la Congregación en el otoño de 2020. Te invitamos a unirte a nosotros en este compromiso.
Les instamos a comprometer los recursos de su Oficina, aportando su influencia y conocimiento para desarrollar estrategias que aborden la crisis de la falta de vivienda que experimentan tantos miembros de nuestra extensa familia humana. La Covid-19 ha agravado la situación, poniendo a muchas más personas en riesgo de quedarse sin hogar debido a la incapacidad de continuar con los pagos del alquiler o de la hipoteca. Apoyamos la prórroga de la moratoria de los desahucios y los esfuerzos para garantizar su cumplimiento.
Les instamos a que promuevan políticas y tomen medidas que reconozcan la dignidad de cada persona y garanticen su derecho a una vivienda asequible, segura y adecuada. Esperamos que nos comunique sus planes y acciones concretas para hacer frente a esta crisis. Por favor, envíen esta información a mmahan@scnj.org. Tenga la seguridad de nuestro apoyo en la oración y la defensa de estos esfuerzos.
Maureen Shaughnessy, SC,
Superiora General
Declaración sobre las personas sin hogar
UNA LLAMADA: DE LA FALTA DE HOGAR A VIVIR CON ESPERANZA
CONVENT STATION, NJ – Las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel estamos comprometidas con nuestra misión de servir a los pobres y, de esta manera, reconocemos el crecimiento devastador y generalizado de las personas sin hogar entre nosotros. Las personas sin hogar no se ajustan a ningún estereotipo; son niños, ancianos, sanos y discapacitados, con o sin empleo, con o sin estudios. Duermen en coches, bajo las carreteras y en los portales, así como en graneros y estaciones de tren. No existe una única definición de la vida y las causas de las personas sin hogar.
- Creemos que el acceso a una vivienda segura, asequible y permanente es una medida de una sociedad justa y humana y está en el corazón del bien común.
- Afirmamos que el sinhogarismo es una crisis moral y ética galopante que exige esfuerzos y soluciones que reconozcan la dignidad de cada persona y garanticen su calidad de vida.
- Nos instamos a nosotras mismas y a otros a desarrollar un programa sistémico para mejorar la vida y la dignidad de todos y crear soluciones para aliviar esta crisis.
Reconocemos que no existe una única solución para el sinhogarismo. Conscientes de ese marco, nos comprometemos a:
- Educarnos a nosotras mismas y a los demás sobre las dimensiones del sinhogarismo y las acciones que podemos llevar a cabo para marcar la diferencia, especialmente en las zonas donde servimos y ejercemos nuestro ministerio.
- Colaborar con otras personas que trabajan para hacer frente a esta crisis a nivel local y global, por ejemplo, programas comunitarios, iniciativas eclesiales, otras comunidades religiosas.
- Abogar por políticas económicas y sociales que aporten soluciones a las causas del sinhogarismo y proporcionen viviendas asequibles para todos.
Mediante el compromiso, la defensa y la influencia, cada uno de nosotros puede marcar la diferencia. Te invitamos a unirte a nosotras en la implementación de estos esfuerzos para lograr un cambio sistémico y duradero que fortalezca el tejido de nuestra sociedad en su conjunto.
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