Nuestros representantes de justicia social de la Familia VIcenciana han estado debatiendo sobre el cambio sistémico durante los últimos meses y en nuestra última convocatoria el tema central fue, una vez más, el racismo sistémico. Mientras continuamos trabajando en este tema importante, he participado como facilitador de un grupo de trabajo sobre racismo sistémico que hemos formado para el Consejo Regional de Ontario de la Sociedad de San Vicente de Paúl, en Canadá. Al formar este grupo de trabajo, era importante contar con miembros que fueran representantes BIPOC [negros, indígenas y personas de color]. Ocho de los diez miembros actuales son BIPOC. Esta composición permite al grupo de trabajo mantener un diálogo abierto sobre el racismo sistémico en Canadá.
El grupo de trabajo ha desarrollado un proyecto piloto que ha comenzado en la provincia de Ontario, con la esperanza de que conduzca a una iniciativa más amplia en todo Canadá. El tema del proyecto piloto se titula: …. LA DIVERSIDAD ES UN HECHO… LA INCLUSIÓN ES UN ACTO. Decidimos que el uso de términos como diversidad e inclusión proporcionaba al proyecto un alcance más amplio que el que podría proporcionar el racismo sistémico, a la vez que tenía la oportunidad de fomentar el tipo de diálogo entre los miembros que es el primer paso para comprender el racismo sistémico.
Hay tres razones por las que creemos que la Sociedad de San Vicente de Paúl, y todos los miembros de la Familia Vicenciana, deberían actuar en este tema:
- Las barreras y los retos añadidos existentes a los que se enfrentan nuestros prójimos necesitados que son BIPOC, entre los que pueden estar la educación, la vivienda, la justicia penal y la inseguridad alimentaria y laboral.
- La Doctrina Social de la Iglesia nos obliga a actuar, ya que está relacionada con los principios de la dignidad de todo ser humano, el bien común y la opción preferencial por los pobres.
- La justicia social nos pide que aboguemos con y en nombre de la comunidad BIPOC por cambios sistémicos en las barreras estructurales que les hacen vivir en la pobreza y tener que enfrentarse a la discriminación.
Yo animaría a todos los vicencianos a considerar los dones que pueden provenir teniendo miembros culturalmente diversos. ¿Qué podríamos aprender de un diálogo que permita una mejor comprensión de lo que significa el racismo sistémico para la comunidad BIPOC? ¿Cómo podríamos trabajar juntos para hacer frente a las muchas suposiciones inexactas sobre los demás? ¿Cómo podríamos ayudar a educar a nuestros líderes para que se den cuenta de la necesidad de hacer un cambio sistémico en nuestras estructuras y en nosotros mismos?
Por favor, consideren los desafíos del racismo sistémico como una oportunidad para ser más diversos en nuestras comunidades, organizaciones, gobiernos y relaciones personales.
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