¿Es animar a la gente a votar algo que me incumba? ¿Crees que es una intromisión por mi parte hablar con los votantes reacios? Sugeriría que, como vicenciana, mi carisma, mi don es abogar por la justicia social… por eso, creo que en verdad es asunto mío. ¿Qué opina usted? ¿Debería ser una parte explícita de nuestra misión vicenciana explicar que el voto es necesario para provocar un cambio sistémico?
Si alguien dice que no va a votar porque su voto no cuenta, no importa, esto me habla de una persona que se siente privada de sus derechos, impotente para cambiar sus circunstancias. De alguna manera, su creencia en afectar un resultado positivo se ve disminuida. Tal vez no se sienten en el centro de la sociedad, su opinión está marginada. Entonces, son ciertamente parte de aquellos que san Vicente, el papa Francisco e innumerables hacedores de cambios nos exhortan a apoyar.
Notarán inmediatamente que no estoy defendiendo ninguna opinión política, partido o movimiento en particular. Esto es importante.
Estoy abogando por la educación de los votantes para animar a la gente a considerar lo que es mejor para ellos y para la sociedad en su conjunto. Con suerte, también los protegerá de los políticos partidistas y expertos que dicen que debemos votar de cierta manera, porque somos católicos, o de una clase particular, somos dueños de un negocio, o de una raza particular. Estando mejor informados, podrán tomar su propia decisión.
Como vicencianos ofrecemos caridad en términos físicos cuando es necesario: comida, refugio, hogar, recuperación de desastres, enfermedad… y sobre todo una mano cuando la vida es un desafío corporal, mental o espiritual. También hemos aprendido que, además de la inmediatez de nuestro trabajo, es en un cambio de política a largo plazo donde podemos tener un impacto duradero en la vida de las personas.
Este es el caso de la educación de los votantes: debemos ayudar a las personas a entender sobre cómo pueden afectar y efectuar cambios de política tomando su lugar en las urnas y emitiendo su voto.
Alguien que llegó a esta conclusión hace mucho tiempo es sor Bernadette McMahon HC, Directora de la Asociación Vicenciana para la Justicia Social, (VPSJ) en Irlanda. En 1996, cuando prestaba servicios en una zona de Dublín, tan empobrecida que contaba con financiación de la Unión Europea para el desarrollo, la población local le explicó que no votaba porque no entendía cómo funcionaba el gobierno nacional y local, y que creían que «el sistema» siempre trabajaba en contra de ellos y no a favor de ellos.
La investigación de VPSJ reveló que «una comunidad con baja participación de votos el día de las elecciones tenía muy poco poder para lograr cambios en su área, ya que después los políticos no escuchan».
EL VOTO LE DA A LA GENTE VOZ Y PODER
Las Damas de la Caridad en Estados Unidos han iniciado un programa de promoción para alentar a sus miembros a ser votantes informados. Están utilizando los recursos de USCatholic.org para crear una serie que aconseje a sus miembros cómo educarse sobre los temas y votar.
Haga clic aquí para ver los recursos de US Catholic.org.
Como hizo sor Bernadette, el papa Francisco fomenta una «cultura del encuentro». Francisco cree que, en lugar de juzgar a la gente que carece de coraje, conocimiento o muestra apatía, hemos de ejercitar la compasión y abrimos un «encuentro». Como los Vicencianos, «Francisco parece tener la idea de tender la mano, fomentando el diálogo y la amistad incluso fuera de los círculos habituales, y incidiendo especialmente en el encuentro con las personas que son descuidadas e ignoradas por el mundo en general» (P. John Freund, Mindwalk, famvin.org 30 de agosto de 2020).
El método de la Hna. Bernadette y de VPSJ es facilitar un curso de tres talleres, con un 85% de participación y un 15% de aportación de los líderes.
Las Damas de la Caridad de Estados Unidos están alentando a sus miembros a acceder a los materiales de forma individual y en grupos. El modelo irlandés está diseñado para «comunidades de zonas desfavorecidas para promover la justicia y la inclusión». VPSJ cree que las personas se sienten alienadas de la sociedad y del proceso democrático, por lo tanto no se involucran. Sin embargo, sólo a través de su participación se escuchará su voz y se abordarán sus problemas. Esta es su oportunidad de ayudarles a usar su voz.
«ENCUENTRA TU VOZ, USA SU PODER,
CONSTRUYE TU COMUNIDAD, TRABAJA POR EL CAMBIO.
TODO ESTÁ EN TU VOTO»
En una homilía dominical, cierto sacerdote dijo: «el silencio no es una respuesta». Esto resume por qué abogaré por la Ciudadanía Activa alentando o liderando la Educación de los Votantes. Únanse a mí en esta «cultura del encuentro»…
Dee Mansi es seglar, miembro de AIC y de la Comisión de Colaboración Vicenciana; directora de escuela jubilada, inspectora de escuelas y profesora de liderazgo en educación. Dee es irlandesa, vive en Londres con su marido y su hijo, y viaja por Europa y por todo el mundo.
Las opiniones expresadas son las propias de la autora.
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