La web «Mission Universelle», del Servicio Nacional para la Misión Universal de la Iglesia de la Conferencia Episcopal Francesa, publicó un artículo sobre san Juan Gabriel Perboyre el 27 de abril. Después de haber recibido el permiso para reproducirlo, nuestro sitio os comparte este artículo. Disfruten de la lectura:
En la Basílica de la Asunción de la Santísima Virgen María y San Nicolás en Bolesławiec en Polonia, se ha hecho un descubrimiento extraordinario: una reliquia de san Juan Gabriel Perboyre (1802-1840), misionero francés de la Congregación de la Misión, enviado a China en 1835 y martirizado en Wuhan.
«En octubre de 2019, pocos días antes del día de Todos los Santos, abrí la caja fuerte que contiene las reliquias. De hecho, habíamos decidido exhibirlas durante la fiesta. Encontré un relicario en forma de cruz que no pude identificar», dice el padre Damian Konieczny, el vicario de la basílica.
«Este relicario alemán de 1917, fabricado en Colonia, tenía una placa con una inscripción ilegible. Tomé una foto para ampliarla y pude leer: Perboyre. Así que empecé a investigar sobre este miembro de la Congregación de la Misión (Lazaristas) que murió en Wuhan (China), una ciudad cuyo nombre no significaba absolutamente nada para mí en aquel momento».
«Al comienzo del confinamiento, sólo recordaba que el P. Perboyre era un mártir de China. Mientras reanudaba mi investigación, aprendí que había sido atado a una cruz de madera y sacrificado por estrangulamiento en Wuhan, en 1840. ¡Fue un descubrimiento sorprendente, porque los medios de comunicación de todo el mundo en ese momento sólo hablaban de Wuhan!».
«Decidimos, con el permiso del padre Andrzej Jarosiewicz, el párroco, mostrar esta reliquia y rezar todos los días por la intercesión del P. Jean-Gabriel Perboyre. Le confiamos todos los enfermos de coronavirus, una enfermedad que tiene, como uno de sus síntomas, la dificultad respiratoria. Si la pandemia remite, el 11 de septiembre —día en que la liturgia celebra su memoria— organizaremos una oración solemne en la basílica, para agradecer a Dios por este santo patrón».
«Hemos colocado el relicario en el altar principal de la basílica. La reliquia puede ahora ser vista y venerada allí —continúa el Padre Damián—. Todas las noches, a las 8:30 pm, rezamos ante la reliquia. Esta oración se transmite a través de la cuenta de Facebook de la parroquia. Muchas personas participan. Recibimos intenciones de oración de toda Polonia y también nos siguen desde otros países, como Italia, España, Suiza e incluso Australia», concluye el P. Damián.
Juan Gabriel Perboyre nació el 6 de enero de 1802 en una granja de Puech, en la comuna de Montgesty, en el Lot. Llegado al seminario para acompañar a su hermano menor —era el mayor de ocho hermanos— durante unos meses, mientras su hermano se aclimataba a la vida de interno, él mismo descubrió que estaba llamado a ser sacerdote y, como su hermano Luis, entró en la Congregación de la Misión, a la que ya pertenecía uno de sus tíos. Ordenado sacerdote en 1826, se encargó primero de la formación de los novicios. El deseo de la misión no le había abandonado y regresó con fuerza después de la muerte de su hermano Luis, durante el viaje que le llevaría a su misión en China. Juan Gabriel fue finalmente enviado a China también y, en 1836, llegó a la primera de las dos misiones donde se quedaría. «No sé lo que me espera en el camino: sin duda la cruz, que es el pan de cada día del misionero. ¿Qué podemos esperar mejor, que ir a predicar a un Dios crucificado?», escribió en una de sus cartas desde China.
Fue detenido en septiembre de 1839, tras ser denunciado por un catecúmeno por la suma de 30 taels; pasó de un juicio a otro, de la vejación a la humillación, de la tortura a la condena. Fue ejecutado en un distrito de Wuhan, el 11 de septiembre de 1840, atado sobre una cruz y estrangulado.
Fue canonizado en 1996 por el papa Juan Pablo II. Sus restos reposan en París, en la capilla de la casa madre de los Lazaristas, en rue de Sèvres.
¿Hay un vínculo entre Bolesławiec, Wuhan y Cahors? Este vínculo es obra de Juan Gabriel Perboyre. Los cristianos de estas tres ciudades invocan su intercesión en esta época de pandemia. Están unidos por la oración, aunque no lo sepan. Este es un hermoso logro de la misión emprendida por Juan Gabriel, que quería que Cristo fuera conocido por todos. El 11 de septiembre, fiesta del santo mártir, esta unión de oración dará lugar, quizás, a una verdadera comunión de corazón. Dios proveerá, si así lo desea.
Oración compuesta por el P. Andrzej Jarosiewicz, párroco de la basílica de Bolesławiec:
San Juan Gabriel Perboyre, sacerdote y mártir,
dígnate responder a la oración de la Iglesia, a la que serviste toda tu vida.
Te pedimos la gracia de preservarnos de la pandemia de coronavirus que está asolando a la humanidad
y que tiene su origen en los lugares santificados por tu misión y tu muerte como mártir.
Por amor a la Iglesia, tu familia, te pedimos la curación para todos los enfermos, fuerza y paciencia para el personal de enfermería,
la luz del Espíritu Santo para los que gobiernan y tratan de detener la pandemia, la paz del corazón para los que se desesperan.
Obtén, para aquellos que han dejado este mundo como resultado de la pandemia, la gracia de la felicidad sin fin y el consuelo a sus familias, con la esperanza de la vida eterna.
Que la ofrenda de tu martirio por estrangulamiento en suelo chino, nos obtenga de Dios la gracia de liberarnos de la pandemia que siembra la muerte,
el miedo y la incertidumbre en el mundo de hoy.
En comunión contigo y con la Iglesia, que amaste hasta el final, siguiendo el ejemplo del Salvador, invocamos la intercesión de la Madre de la Iglesia ascendida al cielo, diciendo:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Annie Josse y Krzysztof Zielenda, O.M.I.
Abril de 2020
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