Jesús, el gran constructor de puentes
Jesús siempre construyó puentes, llegando más allá de las fronteras. Basta con mirar a la clase de gente con la que Jesús se asoció….
- los «inmorales» (prostitutas y pecadores), los «marginados» (leprosos y enfermos)
- los «herejes» (samaritanos y paganos)
- los «colaboradores» (publicanos y soldados)
- los débiles y los pobres (que no tienen poder ni conocimientos)
No olvidemos que Jesús fue en persona el constructor definitivo de puentes. «¡El Verbo se hizo carne!» Salvó la mayor brecha que podemos imaginar… la brecha entre Dios y la humanidad. Él entró en nuestro mundo. Se convirtió en uno de nosotros. No nos ganamos el amor de Dios. Dios se acercó a nosotros y continúa haciéndolo incluso cuanto más nos alejamos.
«¡Debes decidir!»
El papa Francisco nos recuerda que debemos decidir si seremos constructores de puentes o de muros. Él dijo:
- «La paz construye puentes, el odio es el constructor de los muros. En la vida tienes que elegir: o construyes puentes o construyes muros.
- Los muros dividen y el odio crece: cuando hay división, el odio crece. Los puentes unen, y cuando hay puentes el odio se va porque puedo escuchar al otro, hablar con el otro.
- Cuando das la mano a un amigo, a una persona, haces un puente humano. Haces un puente. En cambio, cuando golpeas a otro, cuando insultas a otro, construyes un muro. El odio crece siempre con los muros.
- A veces, pasa que quieres hacer un puente y te quedas con la mano tendida porque de la otra parte no la agarran: son las humillaciones que tenemos que sufrir en la vida por hacer algo bueno.
- Pero siempre hay que construir puentes. Y tu has llegado aquí: te pararon y te mandaron a casa. Después apostaste por el puente y por volver de nuevo: esta es la actitud que hay que tener siempre. ¿Hay una dificultad que me impide algo?
- Regreso y voy hacia adelante, volver atrás y seguir adelante. Esto es lo que tenemos que hacer para construir puentes. No dejarse caer al suelo, no ir por la vida así: : «Bueno, no puedo …». No, siempre hay que buscar la manera de hacer puentes. Vosotros que estáis allí: ¡Haced puentes con las manos, todos vosotros! Agarraos de la mano… Así. Quiero ver tantos puentes humanos… Así, así: Levantad las manos muy altas. Así es. Este es el programa de vida: hacer puentes, puentes humanos».
— Diálogo del Santo Padre con los jóvenes italianos, en Cracovia, Polonia, 27 de julio de 2016.
No es necesario ser un genio
He aquí algunas ideas simples que podemos usar para construir puentes en nuestros encuentros diarios. Jeff Bridges ofrece una reflexión en la revista Forbes: 15 Phrases That Build Bridges Between People [15 frases que construyen puentes entre las personas]. Considera la posibilidad de usar a menudo estas frases en tus conversaciones diarias:
- Gracias: ¿Cortesía común? Claro. Pero dime una cosa: ¿Cuándo fue la última vez que olvidaste (o rechazaste) dar gracias? Ya sea en privado o en público, un sincero «gracias» crea buena voluntad. No olvides el consejo de tu madre: «Di por favor.» La gente siempre es más feliz haciendo un favor que obedeciendo una orden.
- No lo sé: No tenemos todas las respuestas. Y nos asusta mucho que esto sea así. Ese es un punto perfecto para iniciar un diálogo… sobre hechos y miedos. Enfrentarse a lo desconocido —y buscar garantías y respuestas— une a la gente como ninguna otra cosa. Todo lo que tienes que hacer es admitir primero lo que no sabes.
- Cuéntame más: «Soy todo oídos.» ¡Es lo máxim para iniciar una conversación! Cuando indicas que estás abierto e intrigado, la otra parte responderá de la misma manera. ¿Y quién puede resistirse a los halagos? Usa frases como «¿Qué piensas?» o «¿Qué harías tú?» para reconocer la experiencia de alguien. Al hacerlo, estás cortejando sugerencias auténticas, incluso si desafían las convenciones o cuestionan verdades muy establecidas. Si tu interés es genuino, puedes alimentar un intercambio productivo.
- Lo que te escucho decir es: ¿Alguna vez te has preguntado si alguien te ha estado escuchando? Tenga la seguridad de que la persona que te habla lo está haciendo. Así que aquí hay una manera de mantener las ideas fluyendo. Retrocedan y reformulen lo que alguien dice. De hecho, distorsionan vagamente o se alejan de ella. Esto ofrece dos ventajas. Implica que estás comprometido, lo que aumenta la probabilidad de que obtengas más detalles. También le ayuda a evaluar la preparación, el razonamiento y la seriedad de la otra persona. Es una situación en la que todos ganan.
- Entiendo: La gente tiene un deseo innato de conectarse. Anhelan saber que no están solos, buscando a otros que han estado donde ellos están —y que lo han logrado superar la situación con éxito—. Ayudar a alguien no siempre implica hacer sugerencias o llamadas. Puede que se trate simplemente de estar allí, prestando atención a lo que la persona tiene que decir. La mayoría de las veces, eso es suficiente para demostrar que lo entiendes.
¿Qué frases utilizas para que la gente se sienta más cómoda, motivada y apreciada?
Alimento para el alma
- ¿Construir puentes es algo muy alejado para mí?
- ¿Con quién he construido un puente hoy? ¿La semana pasada? ¿El mes pasado?
- ¿Qué pasaría en nuestra cultura dividida si usáramos más estas frases?
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