Escribo este artículo el Viernes Santo; los miembros de la Familia Vicenciana en las Naciones Unidas, junto a los católicos de todo el mundo, celebran la pasión y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y se preparan para celebrar el domingo de la Divina Misericordia [segundo domingo de pascua]. A principios de esta semana, el 23 de abril, la Sociedad de San Vicente de Paúl conmemoró el establecimiento de su primera conferencia, en 1833. Esta primera reunión tuvo lugar en París (Francia), coincidiendo con el vigésimo cumpleaños del fundador principal de la Sociedad, el beato Federico Ozanam.
El beato Federico, junto con los otros fundadores, reconoció la necesidad y la importancia de predicar la Buena Nueva del Evangelio. Se dieron cuenta de la importancia de servir a las personas necesitadas y creían que tenían la obligación de cuidar de los menos afortunados. Creían que tenían la obligación de hablar en nombre de las personas que no estaban en condiciones de hablar por sí mismas. Ellos entendieron la importancia de practicar las Obras de Misericordia Espirituales y Corporales. Además, reconocieron la importancia de abogar por las personas que no tenían voz y se dieron cuenta de que no debían permanecer en silencio frente a la injusticia y la pobreza.
Estos miembros fundadores de la Sociedad se colocaron bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl y asum ieron como propios varios aspectos importantes de su espiritualidad.
Amar a Dios, nuestro Padre, con el sudor de nuestras frentes y la fuerza de nuestros brazos.
Ver a Cristo en el pobre y al pobre en Cristo.
Compartir el amor compasivo y liberador de Cristo, el Evangelizador y Servidor de los pobres.
Estar atentos a la inspiración del Espíritu Santo. (Regla de la SSVP, 2.5)
Actualmente, miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl y miembros de las otras ramas de la Familia Vicenciana continúan siguiendo los pasos de San Vicente de Paúl, por la práctica de las Obras de Misericordia Corporales y Espirituales.
En las Naciones Unidas, el Equipo de la Familia Vicenciana participa y colabora activamente con otras Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y defiende a las personas necesitadas. Los miembros del equipo pertenecen a varios comités y subcomités. Trabajan en diferentes proyectos, con el objetivo de buscar la igualdad y la justicia para aquellos que, de otra manera, no tendrían voz.
Un ejemplo importante del trabajo actual de la Familia Vicenciana es el establecimiento de un Grupo de Trabajo para Acabar con la Falta de Vivienda (WGEH) en todo el mundo. Este proyecto es coherente con el objetivo principal de la Familia Vicenciana de acabar con la falta de vivienda en países de todo el mundo. Este grupo de trabajo WGEH está creciendo en número y ha sido reconocido en las Naciones Unidas por varios Estados miembros. El WGEH ha puesto de relieve la cuestión de la falta de vivienda que anteriormente no era reconocida oficialmente por las Naciones Unidas. El WGEH ha logrado colocar este importante tema como un tema principal en la agenda de la Comisión de Desarrollo Social 2020. Este es un paso importante para llamar la atención sobre este problema mundial, y esperamos que los estados miembros se centren en encontrar una solución justa.
La formación del WGEH es un ejemplo de la práctica de las obras corporales y espirituales de la misericordia, como lo indicó Nuestro Señor Jesús en sus conversaciones con la Santa Faustina, la «Sierva de la Misericordia» del siglo XX, que celebramos el domingo de la Divina Misericordia.
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