El Papa en Marruecos: tres hijas de la caridad ayudan a los musulmanes en Temara

por Devin Watkins | Abr 3, 2019 | Hijas de la Caridad, Noticias | 0 comentarios

El pasado domingo por la mañana, el Papa Francisco ha visitado un centro social en Temara, en las afueras de Rabat, y ha animado a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en sus esfuerzos por ayudar a los pobres de la zona.

Temara se encuentra a unos 20 km al sur de la capital de Marruecos, Rabat, en la carretera camino a Casablanca.

En esta área suburbana, tres Hijas de la Caridad dirigen el «Centro Rural para Servicios Sociales» que brinda atención psicológica y material a alrededor de 150 niños.

Durante su visita apostólica a Marruecos, el Papa Francisco ha dedicado un tiempo a saludar a estas tres hermanas y a los musulmanes locales a quienes cuidan, durante una visita privada.

Cuidado a las familias pobres

Sor Gloria Carrilero, hermana sirviente de la comunidad, es miembro del personal del Centro desde 1990. Sor María Luisa Quintana llegó dos años después, y Sor Magdalena Mateo llegó en 2006. Las tres proceden de España. Viven en medio de sus vecinos musulmanes sin cerca alrededor de su casa ni barras en sus ventanas.

El Centro fue fundado hace 44 años para curar las quemaduras que los niños y adultos sufrían a menudo, cuando cocinaban en el fuego al aire libre, fuera de sus hogares.

Las Hijas de la Caridad son asistidas por maestros y enfermeras marroquíes locales; abren sus puertas cada mañana a las 8:00 AM para recibir a 40 niños, de entre 3 y 15 años. A estos niños se les ofrece diariamente el desayuno, un snack y el almuerzo, y clases escolares.

Las hermanas también ayudan a las mujeres locales con remedios, pañales y alimentos para sus recién nacidos. Incluso organizan cursos para ayudar a mujeres analfabetas a aprender a leer y a contar el dinero cuando van al mercado.

«Estar entre los musulmanes es una gracia»

La hermana Gloria Carrilero dijo a Vatican News que el servicio de las Hijas de la Caridad está dirigido a los musulmanes, ya que los católicos más cercanos son los padres franciscanos en Rabat.

“Ya llevo 28 años sirviendo a los musulmanes —dijo—. Creo que es una gran gracia del Señor que me haya concedido poder estar y compartir con ellos la vida y el trabajo, todo el servicio que hago para ellos. A mí me han enseñado muchísimas cosas y todas muy buenas, los musulmanes: su gran generosidad, su entrega, su estar dispuestos a la acogida, la hospitalidad que tienen. Todo esto para mí me han dado una lección y yo, como católica, todo esto lo acepto y me enseñan a practicarlo».

Sor Gloria dijo que a menudo les recuerda a los musulmanes a los que ayuda que comparten un mismo Dios. «Tenemos un mismo Dios, el único, y pro distintos caminos vamos hacia Él».