Este tiempo, en el que celebramos el nacimiento de Jesús, puede ser un buen momento para considerar cómo cada uno de nosotros hemos sido bendecidos durante el año pasado, y tal vez pedir una bendición para los demás.

Gracias Señor…

Porque hemos nacido o somos ciudadano de una nación donde practicar libremente nuestra religión y nuestra cultura, sin temor a la represión.

Por vivir en una democracia que reconoce que la dignidad humana es un derecho de Dios para todos.

Por ser miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl y tener la oportunidad de tener una relación personal con Jesús a través de nuestro servicio a los que viven en la pobreza.

Por ser capaz de ayudar a desarrollar e implementar un cambio sistémico que alivie el sufrimiento.

Por ser capaz de abogar por un cambio con y en nombre de nuestros hermanos los necesitados.

Por ser un miembro de la gran Familia Vicenciana, y por encontrarme y compartir nuestras preocupaciones comunes con nuestras hermanas y hermanos en América del Norte y en todo el mundo.

Por ayudarme a comprender la doctrina social de la Iglesia, y cómo debería ser parte de mi vida diaria.

Por tener la oportunidad de conocer y trabajar con el clero y las comunidades religiosas en nuestro objetivo común de abordar la pobreza.

Querido Señor, bendice, por favor…

A aquellos que no tienen hogar, para que puedan encontrar un lugar en el que vivir una vida decente y feliz.

A las muchas personas que están emigrando a países más seguros, para que encuentren un gobierno atento y receptivo, dispuesto a ayudar.

A aquellos que no comparten nuestras esperanzas y creencias, para que algún día entiendan lo que significa la dignidad humana y el bien común.

A nuestros líderes eclesiales, para que puedan dar pasos positivos que incluyan la participación de los laicos en soluciones que aborden las dificultades que existen en la Iglesia de hoy.

Una bendición especial para nuestros amigos y vecinos necesitados, para que ellos nos guíen a una mejor comprensión de los desafíos de una vida en la pobreza.

A los más vulnerables de nuestro país, que Dios los bendiga y mantenga seguros y con esperanza en un futuro mejor.

Que tengas una muy santa y bendita Navidad.

Sobre el autor:

Jim Paddon vive en London, Ontario, Canadá y es ex-presidente del Consejo Regional de Ontario de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Actualmente es presidente del Comité Nacional de Justicia Social de la Sociedad en Canadá. Está casado con su querida esposa Pat y tienen seis hijas y once nietos. Jim ha sido miembro de la Sociedad desde los años 70.

Las opiniones expresadas son las opiniones del autor y no representan oficialmente las de la Sociedad de San Vicente de Paúl.