Un punto de vista canadiense: El ingreso básico garantizado, segunda parte

por | Jul 26, 2018 | Formación | 0 comentarios

En mi artículo de hace dos semanas, reflexioné sobre el concepto del ingreso básico garantizado para provocar un gran impacto en la pobreza. ¿Sabías que el Dr. Martin Luther King Jr. fue un firme defensor de un ingreso básico? De hecho, el Dr. King estaba planeando una nueva marcha sobre Washington, a realizarse en los meses previos a su asesinato. Usó el término Poor People’s Campaign [La campaña de los pobres] con el objetivo de erigir una carpa en el National Mall para dramatizar la realidad del desempleo y la privación, llevando a los excluidos de la economía a las puertas de los líderes de la nación. El Dr. King habló sobre los ingresos básicos en su libro de 1967 titulado Where Do We Go From Here: Chaos or Community? [Adónde vamos: ¿caos o comunidad?] El Rev. King creía que un ingreso básico garantizado tendría la capacidad de reducir en gran medida la pobreza de todas las personas, independientemente de su raza.

Por supuesto, hay opositores a un ingreso básico que quieren hacer creer que los destinatarios simplemente tomarían el dinero extra y se relajarían en el sofá viendo la televisión. En mi mente y en los de muchos otros, no nos cabe la menor duda de que esto simplemente no es verdad. Si nuestras naciones pueden abordar la pobreza a través de un programa de ingresos básicos, podemos brindar a quienes viven en la pobreza alguna esperanza real para un futuro mejor y sostenible. Nuestras propias enseñanzas sociales católicas enfatizan el derecho de todo ser humano a disfrutar plenamente de la dignidad humana que Dios le dio al nacer, así como la oportunidad de participar plenamente en la sociedad.

Hubo un proyecto de ingreso básico en Manitoba, Canadá, a principios de los años 70, que nos ha proporcionado una valiosa información sobre el efecto de recibirlo. El proyecto se denominó Mincome y los datos a los que hemos podido acceder nos muestran que los participantes disfrutaron de una mejor salud y un mayor nivel de educación. Hay muchas historias de cómo las personas usaron el dinero extra que recibieron para mejorar sus vidas. El proyecto de ingreso básico, actualmente en curso en Ontario, Canadá, ha proporcionado datos que muestran que muchos empleados ya están trabajando, pero en trabajos mal remunerados con poco futuro. ¡Solo imagínense cómo alguien ahora puede dejar el trabajo y quizás regresar a la escuela para una mejor educación y empleo en el futuro! Puedes ayudar educándote a ti mismo y a los demás sobre un ingreso básico garantizado en tu estado o provincia. Nuestras voces en apoyo de un ingreso básico pueden tener un efecto muy positivo.

Sobre el autor:

Jim Paddon vive en London, Ontario, Canadá y es ex-presidente del Consejo Regional de Ontario de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Actualmente es presidente del Comité Nacional de Justicia Social de la Sociedad en Canadá. Está casado con su querida esposa Pat y tienen seis hijas y once nietos. Jim ha sido miembro de la Sociedad desde los años 70.

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