Creo en aquellos que oran y luchan,
Confío en la mirada de los que lloran y en la voz de los profetas,
Creo en quienes son perseguidos, humillados y maltratados
Creo en aquellos que no tienen donde reclinar la cabeza,
En las madres que paren en las casa de cartón,
En los niños que juegan entre el barro y el dolor
Creo en los hombres que de sol a sol trabajan
Para ganar con su frente el pan de sus sudores
Y recibir de los poderosos el injusto salario.
Creo en aquellos que no hacen caso del capitalismo,
Que tapan sus ojos a las propuestas indecentes del materialismo
Y creo también en quien se reúsan a vivir entre el consumismo.
Creo en quienes no usan la fuerza, sino que construyen la paz
En quienes no buscan el poder y ostenta la justicia.
Creo en los mártires que denuncian la muerte,
Creo en la resurrección de los que mueren por hambre y miseria,
Creo en una iglesia que es de los pobres, de donde emana el Evangelio
Creo en aquellos rostros que me muestra a Cristo entre harapos y servidumbre.
Yo creo… yo creo en los pobres.
Autor: Andrés Felipe Rojas
Fuente: Web Corazón de Paúl.
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