Un escandaloso número de personas (65,3 millones) se vieron desplazadas a finales de 2015, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). No se toma en cuenta el flujo constante de personas que se han visto desplazadas de sus hogares debido a los conflictos, las guerras, la persecución y los desastres relacionados con el clima durante el año en curso. Las comunicaciones y medios de comunicación social hacen posible que podamos ser testigos de las perturbadoras imágenes de personas que huyen en busca de un lugar seguro para comenzar una nueva vida. De los 65,3 millones, 21,3 millones son refugiados, 3,2 millones son solicitantes de asilo, y 40,8 millones son desplazados internos dentro de sus propios países. La población mundial es de 7.400 millones, y una de cada 113 personas es refugiada, solicitante de asilo o desplazada interna. Otro factor preocupante es el número de niños entre los refugiados (51% en 2015), muchos separados de sus padres o que viajan solos.

Por qué las personas se desplazan

La migración, el desplazamiento tanto voluntario como forzado, es parte de la condición humana a través de la historia. Los factores económicos, especialmente la pobreza extrema y la falta de oportunidades de empleo decente determinan la mayor parte de la migración internacional. Por otro lado, los refugiados y los desplazados internos son el resultado de los conflictos armados, la violencia, la persecución, la represión política y las violaciones de los derechos humanos. La migración se ha visto afectada por la globalización: los acuerdos económicos y comerciales entre los países han ampliado las disparidades entre los países desarrollados y en desarrollo y las desigualdades dentro de los países. El cambio climático está convirtiendo en un factor del aumento de la migración y el desplazamiento en muchas partes del mundo.

¿Quiénes son y dónde están?

Siria, Afganistán y Somalia contabilizan la mitad de los refugiados del mundo. Colombia tuvo el mayor número de desplazados internos (6,9 millones), seguido de Siria (6,6 millones) e Irak (4,4 millones). Durante el último año hemos visto un aumento. Más de un millón de refugiados y migrantes llegan a Europa, desafiando su capacidad para acoger y dar cobijo.

Contrariamente a la percepción común, la gran mayoría de los refugiados del mundo se encuentran en países en vías de desarrollo en los países del sur. Según el ACNUR, el 86% de los refugiados a su cargo se encuentran en países de bajos y medianos ingresos, cercanos a las situaciones de conflicto. Turquía es el principal país receptor, con más de 2,5 millones de refugiados; y en el Líbano, hay un refugiado por cada cinco ciudadanos.

La mayoría de los refugiados y los migrantes se enfrentan al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia por motivos de religión o de creencias. La retórica anti-refugiado es tan fuerte y se ha polarizado en tal grado que la mayoría de los líderes políticos están paralizados por el miedo y no tienen valor de hablar contra la xenofobia. Se necesita replantear la narrativa y el debate en torno a este tema.

Lo que estamos observando en todo el mundo es que se están poniendo en marcha políticas para evitar el movimiento humano, para criminalizar la migración y para cerrar las fronteras. Esta tendencia está en contra de los derechos fundamentales de los migrantes y refugiados. Estas políticas, y la hostilidad sobre el terreno, no han impedido que la gente se mueva. Están transitando rutas peligrosas y medios que ponen en peligro sus vidas, para llegar a un país seguro.

Sin embargo, los refugiados y los migrantes se rigen por marcos jurídicos específicos, tienen los mismos derechos humanos y libertades fundamentales. Para garantizar la protección de los derechos humanos de los refugiados y los migrantes, es crucial que todos los gobiernos ratifiquen y apliquen la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de 1951 y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados, la Convención sobre Migración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Convención Internacional del la ONU sobre la Protección de los Derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familias. A partir de 2015, sólo 146 países han firmado la Convención de 1951 y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados.

En el Día Mundial del Refugiado, el Secretario General de la ONU dio este mensaje: «Nuestras respuestas a los refugiados deben estar enraizadas en nuestros valores compartidos de compartir la responsabilidad, la no discriminación y los derechos humanos y en el derecho internacional de los refugiados, incluido el principio de no devolución».

El 19 de septiembre el año 2016…

…La Asamblea General de la ONU fue anfitriona de una cumbre de alto nivel para tratar grandes movimientos de refugiados y migrantes, con el objetivo de reunir a los países con un enfoque más humano y coordinada. La página web en la Cumbre afirma que es «un momento decisivo para fortalecer la gobernabilidad de la migración internacional y una oportunidad única para la creación de un sistema más responsable y predecible para responder a los grandes movimientos de refugiados y migrantes»

En su informe sobre grandes movimientos de refugiados y migrantes, el Secretario General ha instado a los Estados miembros a:

• Mantener la seguridad y la dignidad en los grandes movimientos de refugiados y migrantes
• Adoptar un pacto global sobre el reparto de responsabilidades para los refugiados
• Desarrollar un pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular

La sociedad civil está pidiendo un nuevo trato para los refugiados y los migrantes de los Estados Miembros durante la Cumbre:

• Directrices y compromisos para una respuesta sistemática que mejore la asistencia y la protección de los refugiados y los migrantes
• Respeto y cumplimiento de las obligaciones internacionales de los derechos humanos existentes
• Una respuesta basada en los derechos y en las necesidades de proteger a las personas en movimiento
• Revisar las políticas fronterizas y de inmigración para asegurarse de que son compatibles con las normas internacionales de derechos humanos
• Respetar su obligación de proporcionar asilo y la protección de los refugiados
• Compartir la responsabilidad de acoger a los refugiados
• Garantizar que la migración es una opción, no una necesidad
• Fin de la detención de refugiados y migrantes
• Sistemas de protección de la infancia en todas las etapas de la migración
• Educación y formación profesional para los niños refugiados/migrantes
• Contratación ética de los migrantes
• Hacer cumplir los derechos laborales de los migrantes
• Combatir los abusos de los explotadores de los migrantes
• Sistemas eficaces y justos para la transferencia de remesas
• Respetar el derecho de retorno voluntario
• Involucrar a pueblos y ciudades en la integración de los refugiados y los migrantes en las comunidades
• Escuelas y lugares de trabajo inclusivos
• Legislación contra el racismo
• Papel de los medios de comunicación en el cambio de la percepción y la reformulación de las narrativas: retratar correctamente hechos y cifras y abstenerse de usar lenguaje estigmatizador y criminalizador con relación a los refugiados y los migrantes

Abordar las causas profundas

Los grandes movimientos de refugiados son el resultado de conflictos no resueltos y emergentes. La comunidad mundial tiene la responsabilidad moral de encontrar soluciones políticas a los conflictos e invertir en actividades que construyan la paz y la reconciliación. Más allá de eso, deben hacerse inversiones en los países de origen para el desarrollo económico orientado a proporcionar empleo decente así como esfuerzos de adaptación y mitigación que combatan el cambio climático. Es igualmente importante proporcionar educación, formación profesional y mejorar la empleabilidad de los jóvenes, y provocar cambios sistémicos en las estructuras que perpetúan la pobreza y la exclusión generacional. Las oportunidades económicas son la clave para el futuro y la estabilidad de los refugiados y los países y las comunidades en las que viven.

Niños refugiados y migrantes

La mitad de los refugiados del mundo son niños menores de 18 años. Cuando los niños son forzados a salir de su casa, a menudo pierden varios años de estudio. Sólo el 50% de los niños refugiados están matriculados en escuelas primarias y sólo uno de cada cuatro en escuelas secundarias.

La detención de la infancia

Los niños migrantes son más vulnerables a los abusos por contrabandistas, traficantes y grupos de las fuerzas del orden. Sin embargo, estos niños migrantes son detenidos en las fronteras de algunos países. La detención del niño está en contra de todos los tratados internacionales y regionales en materia de derechos humanos y es una violación de los derechos del niño. En estos centros de detención que no reciben los servicios apropiados para su edad y no tienen ninguna provisión para la educación.

Una perspectiva de género…

…para los refugiados y los migrantes: las mujeres y las niñas son particularmente vulnerables a la violencia sexual o explotación, durante el tránsito, en las fronteras y los países receptores. El tráfico de mujeres y niñas para la prostitución y el trabajo forzoso está muy extendido en los conflictos y los desastres naturales. Muchas mujeres y niños en los campamentos de refugiados no tienen acceso a los servicios básicos, especialmente para sus necesidades de salud y saneamiento.

El proyecto de declaración que adoptado por la Cumbre no será legalmente vinculante y carece de compromisos concretos o nuevas obligaciones, y el lenguaje usado es vago. Una acción definitiva sobre Pacto Mundial de los Refugiados y del Pacto Mundial para la migración segura, ordenada y regular sólo tendrá lugar en el año 2018. Sin embargo, muchos tienen esperanza en los resultados de la Cumbre de Líderes organizada por el presidente Barack Obama el 20 de septiembre, donde se le pidió a los gobiernos que se comprometieran a nuevos compromisos para los refugiados. En septiembre pasado todos los países miembros de la ONU acordaron poner en práctica la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible con sus principios centrales de «no dejar a nadie atrás» y «esforzarse por llegar lo más lejos». Los refugiados y los migrantes representan una de las poblaciones más vulnerables en el planeta hoy en día. Tienen las mismas aspiraciones que cualquier otro ser humano y confían en que la comunidad internacional les ayude. ¿Cómo vamos a responder a esta crisis humanitaria de nuestro tiempo?

Enviado por: Teresa Kotturan SCN
Representante ante la ONU de la Federación de Hermanas de la Caridad.